El CTR deberá ejecutar otro vaso en 2016 ante la saturación del actual
Con menos de un año de plazo para que el vaso del CTR acabe completamente saturado, Gersul afronta con urgencia la construcción del segundo vertedero para las instalaciones de San Román de la Vega, donde cada día llega la basura de toda la provincia desde su inauguración en septiembre de 2004. Las obras comenzarán a lo largo de 2016 y contarán con un presupuesto cercano a los cuatro millones de euros que serán financiados por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl). El plazo de ejecución se ha fijado en catorce meses y el nuevo vaso tendrá capacidad para albergar 1,2 millones de metros cúbicos de residuos con una estimación de vida útil señalada hasta 2024, justo el momento en que terminará la concesión de la adjudicataria en la vida del CTR, la UTE Legio VII.
En una visita realizada a la Diputación en octubre, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció la financiación del nuevo vaso y se comprometió a agilizar la tramitación administrativa y medioambiental desde la Junta para que los permisos de construcción del segundo vertedero del complejo de San Román pudieran estar autorizados en el menor tiempo posible.
El vaso actual, construido con una capacidad de 1,8 millones de metros cúbicos y 92.000 metros cuadrados de superficie, estaba previsto para contar con una vida útil de dos décadas, es decir, debería estar operativo hasta el año 2024, aunque el bajo ratio de residuos que se someten a tratamiento, un 30% frente al doble que estaba previsto en el contrato firmado con la UTE, explican esta saturación temprana, cinco años antes de lo previsto en los planes iniciales del consorcio.
El contrato de reciclaje mencionado fijaba que hasta el vertedero del CTR debían ser trasladados únicamente el 37,5% del total de la basura que entrara cada día en el complejo de San Román, la denominada fracción de rechazo, pero la realidad habla de que este nivel se sitúa en el 70%. De manera que el 30% restante de la basura es la que realmente se somete a los procesos de tratamiento y reciclaje.
Entre los planes de esta nueva etapa del consorcio están también aumentar el nivel de aprovechamiento de los residuos para racionalizar el porcentaje de desechos que vayan al vertedero nuevo. Cada año llegan al CTR alrededor de 190.000 toneladas de basura de toda la provincia.