DEL ULTRAMARINOS A LAS TIENDAS BIO
Las calles se llenan de frescos
Más del 40% del gasto en alimentación en la provincia se destina a productos naturales. Cada leonés gasta casi 1.600 euros al año de media en la cesta de la compra, con una dieta que vuelve a la cocina tradicional.
maría j. muñiz | león
La parte del presupuesto familiar que se destina a la alimentación ha vivido una revolución durante los años de crisis. Menos dinero (sobre todo para comer fuera de casa, pero también en los gastos que se realizan parra el abastecimiento del hogar); pero también una nueva forma de entender la alimentación. Una filosofía que en los últimos meses se ha traducido en un nuevo concepto de comercio de proximidad, que inunda las calles de la ciudad. Incluso en las travesías más comerciales, tradicionalmente destinadas a otro tipo de negocios, florecen los pequeños establecimientos especializados. Con un mensaje claro y un producto bien definido: los frescos vuelven a todos los barrios. El consumidor opta de nuevo por el producto de temporada y de la tierra, el ecológico y el que puede identificar. La preocupación por la alimentación sana está influyendo tanto como el ajuste de los precios que estos productos han vivido en los últimos años, según reconocen las asociaciones de comerciantes de León.
Los últimos datos del Informe de Consumo de Alimentación del Ministerio de Agricultura reflejan que en León el gasto medio por habitante y año es de casi 1.600 euros, un 6% más que la media. Y unos 670 kilos de alimentos por ciudadano. Los hogares han cambiado sus hábitos de consumo, y se cocinan menús más ligeros y sencillos, que dan mayor protagonismo a los productos frescos. Y estos siguen comprándose en establecimientos especializados, que están ganando la batalla a los supermercados en este segmento de las ventas.
Lo explica Juan Dopico, presidente del Centro Comercial León Gótico, que señala que se percibe con claridad una vuelta al consumo de los productos naturales, y también a la cocina tradicional. «Se come otra vez más en casa, incluso vuelven los potajes. La gente quiere saber lo que come, pregunta, se interesa por saber de dónde viene lo que compra».
En este proceso «ha sido fundamental también el abaratamiento de los productos considerados ecológicos, durante un tiempo eran mucho más caros, ahora se han establecido cooperativas y fórmulas de distribución que los hacen más asequibles».
Javier Menéndez, presidente de la Asociación Leonesa de Comercio (Aleco), señala que esta tendencia se originó en las grandes ciudades hace tiempo, y ahora llega a León. «Cada día nos queremos más, y por tanto cuidamos más la alimentación. Y eso se nota en los negocios».
Pequeños establecimientos que miman el producto y al cliente, atención personalizada, calidad y precio. Lo reconoce el Ministerio de Agricultura: la calidad del producto, la proximidad y cercanía del comercio y los buenos precios son las claves para elegir el establecimiento donde se compra. «También influye que se ha vuelto a comprar al día, no los grandes carros de hace unos años. Y eso permite adquirir este tipo de productos», señala Dopico.
La llegada de los comercios especializados y con producto cuidado y de calidad (lejos de muchos pequeños establecimientos que surgieron también en los últimos años como solución al paro, que tuvieron una vida en general efímera), se ajusta a la «revolución de la distribución» que adelanta el informe Tendencias de alimentación 2016: las ventas no se basan sólo en el producto, sino en la experiencia del consumidor. Hay mayor interés por la salud y el bienestar; e influye también la innovación del producto, porque el consumidor demanda ingredientes más naturales y alimentos menos procesados. «Son productos alineados con valores», destaca el estudio.