Los vecinos del Esla tendrán el puente que llevan pidiendo tres generaciones

La Junta de Castilla y León y la Diputación de León construirán un nuevo puente sobre el río Esla que beneficiará a 3.500 habitantes. La obra tendrá un presupuesto de unos cinco millones de euros.

El próximo lunes se iniciará la tramitación del expediente administrativo de este proyecto, que podría concluir dentro de seis años. El nuevo puente, de unos 700 metros, conectará las carreteras N-625 y LE-213, con un trazado de unos 2,1 kilómetros, y además se se mejorarán otros accesos de la zona, con un total de actuaciones que alcanzarán los siete kilómetros.

El proyecto responde a una reivindicación histórica de los vecinos de Valdepolo, Villasabariego y Gradefes y ha sido presentado hoy por el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, y por el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

Martínez Majo ha destacado el esfuerzo "excepcional" que hará la Diputación para sufragar esta y ha valorado que con este proyecto se "solventará el déficit entre las dos márgenes del Esla con su carencia de puentes". Además, ha recalcado las grandes posibilidades que este nuevo puente dará a la zona y ha asegurado que significará un impulso económico para la zona, y facilitará el acceso a una de las joyas de la provincia como es el monasterio de San Miguel de Escalada.

El presidente de la Diputación ha valorado "la suma de esfuerzos" entre instituciones que ha hecho posible la concreción de un proyecto que mejorará la calidad de vida de los habitantes de la zona.

EL coste del proyecto será sufragado a partes iguales por la Diputación y la Consejería.

Se calcula que el nuevo puente acogerá un tráfico aproximado de 600 vehículos cada día, y generará un ahorro anual de 40.000 horas. La nueva infraestructura permitirá romper la distancia más larga que hay en este río, de unos 30 kilómetros, entre los puentes de las localidades de Gradefes y Mansilla, lo que incidirá en un recorte del tiempo de viaje a León en unos 40 kilómetros.

Además de los cinco millones que costará el puente, se calcula que será necesario otro millón para el arreglo de los accesos. Suárez-Quiñones ha recalcado que se trata de una reivindicación "justa" y ha advertido de que además del ahorro de tiempo que supondrá para los vecinos de la zona incidirá en la promoción del turismo. Para el consejero, se trata de una obra "fundamental" y ha preciado que "algo había que hacer entre dos partes que se encuentran en constante comunicación".