Diario de León

OBRAS EN LA PLAZA DEL GRANO ■ POLÉMICA EN LA CIUDAD

El PP no parará la obra del Grano pese a estudiar las propuestas de la oposición

Los técnicos y el arquitecto defienden el ensanche de las aceras y el material utilizado

El desnivel de la acera se ha salvado con una capa de arena. RAMIRO

El desnivel de la acera se ha salvado con una capa de arena. RAMIRO

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álvaro caballero | león

Se escuchó a los técnicos y al arquitecto del proyecto, se apuntaron las propuestas de los grupos políticos de la oposición, se comprometió que se dará traslado a los profesionales para que se estudie la viabilidad y consecuencias económicas que tendría adoptar cada planteamiento y, antes de cerrar la comisión extraordinaria de Urbanismo, el equipo de gobierno resolvió que la obra de recuperación de la plaza del Grano «no se puede parar». No habrá freno al ensanche de las aceras, que ya tienen encintado todo el perímetro, ni se cambiará por el momento la piedra caliza empleada, aunque sí que se tratará de reutilizar las losas actuales de cierta entidad, como comprometió el autor del plan, Ramón Cañas.

El arquitecto recalcó que las losas de piedra caliza griotte ahora pueden chocar porque está recién labrada, lo que le da el color blanquecino, pero insistió en que se debe esperar a que se rematen para envejecerlas. Es el mismo enlosado de piedra de la montaña leonesa, citó Cañas Aparicio ante los concejales, que hay en los soportales de la plaza Mayor, en la acera de la Audiencia Provincial e, incluso, en el borde de la fuente central de la plaza.

Respaldado por los técnicos municipales que hacen el seguimiento de la obra, el autor del proyecto admitió que el desnivel de las aceras es claro, pero avanzó que, si se lleva a cabo la tercera fase, su intención es que el centro de la plaza quede al mismo nivel y que incluso el alomado quede por encima. Ante las preguntas de León Despierta y León en Común, Cañas Aparicio avanzó su idea, que debe plasmarse aún en el proyecto de la fase 3, correspondiente a la intervención en la zona central, pasa por levantar los cantos rodados, colocar una capa compactada con zahorras para dar estabilidad, durabilidad y que filtre mejor y, a partir de ahí, colocar las maestras e hincar los cantos sobre una mezcla de tierra y cal. Más allá, recordó que en la obra de 1989, no se usó cal, sino una mezcla de cemento y tierra, como aseguró que le había trasladado el contratista encargado de hacer esos trabajos.

Los técnicos asistentes a la comisión abundaron en que la superficie de canto rodado que se pierde con el ensanche de las aceras es del 7% y certificaron que el proyecto es el más respetuoso de todos los que se presentaron al concurso de ideas. El aumento de las aceras en las esquinas y los entronques de las calles adyacentes se hace, describieron, para cumplir con la ley de accesibilidad que obliga a que al ser un espacio público deba contar con zonas de estacionamiento para personas en silla de ruedas.

Frente a estos argumentos, el PSOE recordó que desde el principio han estado de acuerdo en el proyecto de recuperación y el ensanche de las aceras, pero incidieron en el que el material utilizado «choca con el estilo medieval y el valor etnográfico y desvirtúan su singularidad y carácter único». Ante esta situación, reclamaron que «se solicite de forma urgente a la comisión de patrimonio cultural», que ya dio en su momento su beneplácito al proyecto, para que evalúe «el impacto visual y estético» y «marque la corrección o no de los materiales». A la propuesta se sumó la UPL, que recalcó que «es un auténtico cante cómo se está haciendo la acera» y reclamó que se haga el ensanche con las losas actuales para que «no choque con la idiosincrasia de la plaza».

Más rotundos fueron León Despierta y León en Común. Las dos formaciones que se han opuesto desde el principio al proyecto exigieron que se paralicen las obras, que se revierta la ejecución de las aceras que «altera de manera irreversible la fisonomía y singularidad de la plaza y que se inste «con carácter de urgencia a la Junta para la declaración del conjunto como Bien de Interés Cultural». «Si fuera BIC no se podría tocar ni un canto», apuntaron, tras recordar su rechazo frontal, al proyecto de Cañas e insistir en el rechazo social plasmado en 2.000 firmas.

Al margen se quedó Ciudadanos, que aclaró que no habían solicitado que se reuniera la comisión y, pese a que ésta tenía como motivo la presentación de propuestas de los grupos, anunció que no lo harán hasta la próxima semana, después de celebrar una «reunión trascendental» con instituciones, técnicos y la plataforma contraria. Sin embargo, por la tarde, la plataforma, que hoy se concentrará a las 20.30 horas, anunció que no se presentarán a la cita que «sólo puede servir para lavar la imagen de la formación» liderada por Gemma Villarroel.

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