Diario de León

TRIBUNALES ■ EL CASO DEL HÚMEDO

Un testigo protegido reconoce "sin género de duda" al acusado del crimen del Húmedo

Ha prestado declaración desde otra sala, sólo con audio y la voz distorsionada

El acusado del crimen del Húmedo, durante el juicio.

El acusado del crimen del Húmedo, durante el juicio.

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Un testigo protegido ha declarado hoy que no tiene "ningún género de duda" de que José Ignacio T.L. es la persona que apuñaló a Raúl Pérez Fernández, de 24 años, en el Barrio Húmedo de León en la madrugada del 28 de octubre de 2012, y que falleció poco después.

Este testigo ha declarado hoy en el juicio que se sigue en la Audiencia de León contra José Ignacio T.L., acusado de un delito de asesinato, para el que la Fiscalía pide 18 años de prisión, y contra Sergio M.I., que se enfrenta a una pena de 3 años por encubrimiento. En su declaración, prestada desde otra sala y sólo con audio y la voz distorsionada, ha explicado que "no tuvo ningún tipo de duda cuanto los vio en la rueda de reconocimiento en Comisaría".

Según ha precisado, el acusado de la muerte de Raúl López se presentó esa madrugada en la calle La Paloma del Barrio Húmedo leonés "con actitud violenta y agresiva" para sumarse a una pelea.

Ha defendido que vio como el acusado dio un puñetazo a la víctima en la cara y en el costado, "un golpe con impulso, levantando la pierna". No obstante, ha puntualizado que no pudo distinguir si el acusado llevaba algo en la mano, ni recuerda un grito de dolor de la víctima al recibir la puñalada que le causó la muerte.

Otro testigo protegido que ha prestado declaración esta mañana coincidió en la descripción física del acusado como responsable de la agresión, aunque no le identificó en la rueda de reconocimiento.

Durante su declaración el pasado lunes, José Ignacio T.L. negó los hechos que se le imputan y explicó que si huyó en un primer momento fue porque temió que se le acusara injustamente del crimen tras "escuchar rumores" que le hacían a él responsable del crimen. Insistió en que no tiene nada que ver con lo sucedido y que incluso mantenía una buena relación con la víctima.

La fiscal sostiene que existen numerosos pruebas que demuestran la implicación de los acusados.

Según las calificaciones de la Fiscalía, José Ignacio T.L. salió con varios amigos de fiesta la noche del crimen por el barrio Húmedo en León y sobre las 2.50 horas se entabló una discusión entre la víctima y un primo del acusado a la puerta de un pub en la calle Paloma.

La Fiscalía sostiene que el acusado se dirigió hacía la víctima, a quien golpeó en la cara y posteriormente lo apuñaló en la zona izquierda del abdomen, con un arma blanca de dos centímetros de anchura que no fue localizada. Herido mortalmente, el joven apenas pudo caminar unos centenares de metros antes de desplomarse en la calle Ancha y fue trasladado en una UVI móvil al hospital de León, donde falleció poco después debido a que las heridas que presentaba afectaban a órganos vitales.

La fiscal afirma que Sergio M.I., el otro imputado, le llevó al día siguiente del crimen hasta una localidad de la costa de Pontevedra, y que unos días después viajó hasta allí la mujer y la hija de José Ignacio T.L. para trasladarse todos juntos hasta Bilbao, donde permanecieron unos días en casa de una hermanastra del acusado.

El 4 de noviembre de 2012 el supuesto autor del crimen regresó a León, donde fue recogido en una gasolinera de Sahagún (León) por el otro acusado y un familiar, Roberto Larralde, quien fue asesinado varios años después, por lo que la acusación de encubrimiento que pesaba sobre él ya no forma parte del procedimiento.

Sergio M.I. y Roberto Larralde fueron detenidos el 21 de noviembre y dos días después José Ignacio T.L. se entregó a la Policía. Tras ser puesto a disposición judicial ingresó en el centro penitenciario de Villahierro, donde permaneció hasta el 9 de mayo de 2013, cuando fue puesto en libertad provisional.

El abogado, Andrés Abadie, ha insistido en la inocencia de su patrocinado y se ha mostrado confiado en que podrá demostrarla durante el juicio, que se prolongará hasta el 1 de junio. En este sentido, ha señalado que las grabaciones de las cámaras de seguridad del pub Moloko demuestran la imposibilidad de que su patrocinado sea el autor material del crimen 

Al respecto, precisa que la fiscalía sostiene que el crimen fue cometido a las 2.50 horas y que a esa hora se ve a su cliente en la puerta del pub Moloko hablando con el portero, y que unos instantes después entra de nuevo en el establecimiento, sin que lo abandonara hasta varias horas después

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