«León es una ciudad para volver y conocer más veces»

Elena Capellán tiene 13 años y es de Oviedo. Javier Díaz, su primo mayor, y la novia de éste, Ana Cristina Muñiz, la sacaron ayer a tomar algo por el Húmedo a la espera de ver las últimas procesiones en la ciudad. Le han gustado estos días en León y, sobre todo, «la morcilla y la cecina», pero también una rica tapa de albóndigas que le pusieron en uno de los bares. Aunque no tiene muy claro qué es, sí es consciente de que este año se está moviendo por la Capital Española de la Gastronomía. «Lo sé porque lo vi en una servilleta», relata orgullosa ante la pregunta, mientras toma un largo trago de su zumo.

La joven ovetense es una más de los cientos de turistas que estos días de Semana Santa han llegado a la ciudad para disfrutar de las procesiones y en muchos casos, atraídos también por el tirón de la capitalidad. Los cuatro miembros de la familia Aznar-Casado, llegaron a León el sábado, aprovechando que su equipo, el Zaragoza, se enfrentaba a la Cultural. «Hacemos muchas salidas con la excusa del fútbol y así conocemos ciudades», señala el padre, que «aunque lotero de profesión, es cocinero de vocación» y antes de llegar a la ciudad ya sabía que León ostentaba este año el marchamo de la Capital Española de la Gastronomía. Aunque hasta ayer no habían degustado la tapa del botillo, que ha protagonizado el mes de marzo, no descartaban hacerlo antes de regresar hoy a la ciudad del Ebro. «Hemos comido picadillo, quesos de León, chorizo...», enumeran todos los miembros de esta familia, mientras el padre, Alejandro asegura de forma contundente: «León es una ciudad para volver, para conocer más veces», que su mujer matiza añadiendo que los leoneses «son muy amables».

«En Zaragoza tenemos una Semana Santa similar, pero la de León me ha gustado mucho», asegura el cabeza de familia. Su hijo mayor, también Alejandro, ya avanza que este verano regresará a León para iniciar desde aquí el Camino de Santiago, y el pequeño Alonso, de tan sólo 8 años, duda entre qué es lo más le ha gustado: «La ciudad en general está muy bien.... pero me ha gustado el Barrio Húmedo», asegura mientras toda la familia destaca que «hay mucha hostelería».

Esperando a que concluyera la procesión del Domingo de Resurrección, Idris Al Senussi, príncipe de Libia, y su hijo Khaled, esperaban a Ana María Quiñones, su esposa, madre y leonesa «mil por cien», aunque residen en Madrid. «La ciudad se está promocionando bien y en los restaurantes más sencillos como en los de alta gama se come fenomenal», asegura Ana María, quien destaca junto con su familia que han probado la cecina, el cordero y el lechazo y, sobre todo, «las torrijas para desayunar». Aunque el príncipe de Libia descarta probar el botillo por cuestiones religiosas, su hijo sí que desea probarlo. Pendiente queda para la próxima vista, también en Semana Santa.

Begoña es una fiel de León durante las procesiones. «Todos los años venimos expresamente y este año ya somos ocho», destaca mientras explica esta burgalesa que regresa cada año como promesa, tras superar una enfermedad. La torrija y el embutido es lo que más les ha gustado este año y «el trato, que siempre es muy bueno». Eso sí, este año traen una crítica: «Los hosteleros se han subido al guindo, no sé si es porque hay mucha gente, pero la calidad de las tapas y de la comida se mantiene», asegura su marido Javier, mientras el resto de la familia se va incorporando, quizá también para el próximo año.