Diario de León

LEÓN ■ la gestión de la basura

El CTR estrena su segundo vertedero con capacidad para albergar basura hasta 2033

Sellará la última fase del viejo vaso de forma inmediata para evitar olores y reforestará la zona con árboles y plantas.

Imagen del nuevo vaso en el complejo del CTR de San Román de la Vega; puede albergar residuos durante quince años.

Imagen del nuevo vaso en el complejo del CTR de San Román de la Vega; puede albergar residuos durante quince años.

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A. G. PUENTE | LEÓN
León

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La capacidad del último tercio en servicio del vaso inicial del CTR de San Román de la Vega ha llegado a su fin. Sus 600.000 metros cúbicos de espacio para albergar aquellos residuos que ya no pueden ser aprovechados (la denominada fracción de rechazo) están a punto de ser colmatados. Gersul comenzará a explotar el segundo vaso del complejo a lo largo de este mismo mes e iniciará de forma paralela los trabajos de sellado de la fase final del viejo vertedero.

El nuevo vaso cuenta con una capacidad prácticamente similar al que ahora dejará de servir de depósito para los residuos: alrededor de dos millones de metros cúbicos. Sus obras llevan ya cinco meses finalizadas, aunque el consorcio esperaba al llenado completo del último tercio del antiguo para comenzar la explotación. Ocupa una superficie de 90.000 metros cuadrados y supuso un coste de cuatro millones de euros financiados íntegramente por Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León). Tendrá capacidad para albergar residuos durante quince años, es decir hasta 2033.

El nuevo vaso del CTR ha sido diseñado con división por celdas para un mayor control y organización de los lixiviados (el agua de la lluvia en contacto con la basura), con el objetivo de aumentar las medidas de seguridad sobre los residuos. Tendrá cuatro celdas, de 500.000 metros cúbicos cada una, en lugar de ser un espacio único y común como el vertedero actual. También mejora los sistemas de impermeabilización y los de seguridad previstos en el espacio.

La tercera fase del vaso inicial del complejo, que ahora llega al fin de su vida útil a pesar de que tendría que haber estado en servicio hasta 2024, comenzó a ser explotada en 2013. Allí fueron a parar las 400.000 toneladas de balas de basura acumuladas durante años en la finca El Busto de Santa María del Páramo. Las otras dos fases de este vertedero ya fueron selladas en su momento, tras alcanzar el límite de su capacidad.

Al igual que ya se hizo con estas dos zonas, los 600.000 metros cúbicos que restan por pasar por este trámite serán rellenados con tierra vegetal. Encima contarán con una capa impermeable sintética de alta densidad, donde irán instaladas una serie de chimeneas para el aprovechamiento del biogás que los residuos enterrados allí seguirán emitiendo, un elemento esencial en la producción eléctrica del complejo del CTR. Estas chimeneas estarán conectadas a la red general, como las ubicadas previamente en las otras dos fases.

Los trabajos finalizarán con la reforestación de toda la zona con árboles y plantas de raíz corta, con el fin de la integración del viejo vertedero en el paisaje de su entorno. Fuentes de Gersul, señalan a este periódico la necesidad de afrontar cuanto antes las labores de sellado de estos últimos 600.000 metros cúbicos para evitar olores y no tener problemas con los lixiviados de la basura. El consorcio ya cuenta con la autorización ambiental y el correspondiente control topográfico de estos terrenos.

Según ha podido conocer este periódico, el martes día 15 se ha convocado una asamblea de Gersul para dar a conocer a todos sus miembros la entrada en funcionamiento del nuevo vaso, con los permisos necesarios ya tramitados. También abordará la necesidad de modificar el pago por tonelada tratada a la UTE. Durante los primeros seis meses del nuevo vertedero será la empresa constructora la encargada de su gestión, por lo que el consorcio tendrá que rebajar el precio que paga a Legio VII por este trabajo.

La próxima semana, los camiones con los residuos ya desechados seguirán vasculando su carga en el viejo vertedero hasta que sea completamente colmatado, por una cuestión de optimización de espacio y recursos, ya que es conveniente —incluso— que para las tareas de sellado la basura llegue a rebosar el límite.

A lo largo de mayo habrá más asambleas de Gersul para ir desbloqueando los asuntos pendientes, entre ellos, los estatutos.

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