Diario de León

Sucesos

Los padres de la víctima del crimen de Nava critican el archivo de la causa

Flor y Baldomero denuncian que el sobreseimiento «mancha la imagen» de su hija Rocío

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Los padres de Rocío Fernández Ameijeiras, cuyo cadáver fue hallado en un vertedero de Navatejera (León) en junio de 2005, lamentaron ayer el archivo provisional de la causa, al no haber «indicios suficientes» como para imputar a los investigados, pero, sobre todo, denunciaron que se «ensucia» el nombre de su hija con el sobreseimiento del crimen, adelantado por Diario de León en su edición del pasado 5 de febrero.

«Quieren manchar su imagen», aseveró, en declaraciones a Efe, Florinda, que lleva, junto a su marido Baldomero, «casi 15 años dándole mil vueltas a la cabeza» sin llegar a «entender nada».

Un «cúmulo de despropósitos» denunciados desde el primer momento cuando al levantamiento del cadáver, hallado el 7 de junio de 2005 en «avanzado estado de putrefacción», no se personó juez alguno.

Ahora la jueza justifica su decisión en que «las diligencias practicadas con posterioridad no arrojan alguna luz a la instrucción» y abre la puerta a otras hipótesis.

«Ni siquiera aparece debidamente justificada la perpetración del delito de homicidio doloso que ha dado motivo a la formación de la causa, dado que el informe médico-forense concluye que se trata de una probable muerte violenta, pero no excluye la posibilidad de una muerte accidental o incluso natural que motivase a quienes lo presenciasen a desvincularse del cuerpo por miedo a verse responsabilizados de la misma», señala el auto.

En el auto judicial

"Nio siquiera aparece debidamente justificada la perpetración del delito de homicidio doloso"

Sobre todo, según remarca, «si ésta hubiera ocurrido en una situación susceptible de reproche penal, social o moral en la que Rocío se encontrase participando o simplemente observando, como podría ser, a título de ejemplo, un suicidio, un aborto espontáneo o provocado, una sobredosis por consumo ocasional de drogas, o incluso una muerte súbita o causada por la existencia de alguna patología previa no diagnosticada».

«¿Por qué a mi hija le faltaban las falanges y los dientes?», se preguntó desesperado Baldomero, un padre que considera que «los forenses no han hecho su trabajo» y que deja claro que «están faltando a la familia y a la víctima» con este tipo de «barbaridades» con las que, a su juicio, «solo buscan tapar el asunto». «Esto es para volverse loco», apostilló.

«Estaba premeditado acabar con ella», sostuvo Baldomero echando la vista atrás en el tiempo. A las diez de la mañana del 12 de mayo de 2005 Rocío salió de su casa para encontrarse con su pareja sentimental y «arreglar las cosas en casa de su padre». Estaba embarazada y le faltaban poco más de dos meses para cumplir los 25 años.

«Le dijo que venía a buscarla y a mí solo me pesa no haberla acompañado ese día», confesó Florinda, firmemente convencida de que ese día asesinaron a su hija. No en vano, esa misma mañana vio pasar su furgoneta con ella al volante.

Después, hasta que fueron a poner la denuncia a la Guardia Civil, se sucedieron una serie de mensajes de texto en los que «ella aseguraba que se había ido a Madrid, que había encontrado trabajo y casa...». «Todo mentira», señalaron sin que les entre en la cabeza «cómo no se pudo determinar en un rastreo el origen». Dos semanas después apareció enterrado el cadáver de Rocío en una escombrera de Nava, «a tan sólo 800 metros de la casa de él».

tracking