Diario de León

La red de extorsión sexual a leoneses por una web de citas será juzgada

La Audiencia Nacional incluye a un centenar de procesados en la organización criminal

Imagen de una parejaa a la orilla del mar. K. F.

Imagen de una parejaa a la orilla del mar. K. F.

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El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama propone juzgar a casi un centenar de personas por integrar una supuesta red criminal dedicada a la «sextorsión», o extorsión a usuarios de páginas de contacto sexuales, alguno de ellos en León, a quienes habrían amenazado, incluso de muerte, si no les pagaban elevadas cantidades de dinero.

El magistrado dictó un auto, contra el que cabe recurso, en el que propone enviarles al banquillo por delitos de organización criminal y extorsión en el marco de una causa derivada de la operación Lubido, iniciada en un juzgado de Teruel en 2018 y que acabó en la Audiencia Nacional. La investigación identificó víctimas en numerosas provincias como Huesca, Zaragoza, Álava, Navarra, Castellón, Valencia, Salamanca, Murcia, Toledo, Jaén, Huelva, Albacete, Cantabria, Alicante, A Coruña, León o Segovia, y entre los detenidos, en marzo de 2019, se encontraba el entonces jugador del Levante Aranda.

En su resolución, de 248 páginas, el juez describe cómo los supuestos líderes del grupo, Masinissa F.M e Ismael B.O. publicaron una serie de anuncios en una página web de contactos sexuales —www.pasión.com— con un número de teléfono. Cuando los usuarios contactaban con la trama, sus supuestos integrantes se disponían a obtener —fundamentalmente a través las redes sociales de las víctimas— información personal e íntima suya y les hacían creer que habían concertado una cita, cuando sólo se habían interesado por las tarifas.

Era entonces cuando, según el juez, comenzaba la extorsión: una vez conseguidos los datos personales, la red les exigía dinero por no haberse presentado a una cita que, en realidad, no se había concertado, y utilizaban la información que habían conseguido para amenazarles. En un principio las víctimas no accedían al chantaje o pagaban una cantidad simbólica, pero la organización continuaba presuntamente con la extorsión, en la que llegaban a realizar amenazas de muerte, lo que desembocaba, en una gran parte de las ocasiones, en que las víctimas accedieran a pagar, en algunos casos incluso miles de euros.

Aún así, según el relato, la red seguía con la extorsión para intentar nuevos pagos bajo el pretexto de supuestas deudas por otros conceptos, e incluso amenazaba a las víctimas con enviar a personas de países de Europa del este para darles una paliza o matarlos si no pagaban. «En media hora quiero mi dinero y si no te pegaré dos tiros en la pierna»; «baja el tonito de voz si no quieres que te parta las piernas» eran algunas de las amenazas.

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