Diario de León

TRAS LA SEMANA SANTA

Los frentes de Minerva

La cofradía se enfrenta a las criticas del paso del Desenclavo y del grupo de adorno floral, la recogida de firmas de un grupo de hermanas que quieren vestir de túnica y no de manolas y el anuncio de dimisión de dos de sus emblemáticos seises

Tambores y timbales de la Soledad acompañan al paso del Desenclavo de Minerva en el Entierro.  DL

Tambores y timbales de la Soledad acompañan al paso del Desenclavo de Minerva en el Entierro. DL

León

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El abad de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz, Julio Arredondo, lo reconoce. «Hay muchas cosas que mejorar», dice. Y admite además problemas de «coordinación». La cofradía tiene varios frentes abiertos tras la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, la única oficial de la Semana Santa de León y que se alternan en su organización Minerva, que la saca los años impares, y Angustias, que lo hace los pares, desde la conocida como Concordia de 1830, un pacto alcanzado ese año entre ambas hermandades.

El detonante: el paso del Desenclavo, el más antiguo de la cofradía, una obra anónima de gran valor del siglo XVI, procesionó en el Entierro sin banda. Lo hizo acompañado a secas por tambores y timbales de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Soledad, sólo percusión en un hecho sin precedentes desde hace años en la Semana Santa. La Soledad, además, está formada por miembros de la antigua banda de Minerva que fueron expulsados bajo una acusación que nunca se probó, motivo por el que la cofradía carece de banda y tiene que recurrir o pagar a agrupaciones de otras hermandades. Los músicos de la Soledad acudieron sin dudar a la llamada de sus hermanos de cofradía. Procesionaron con la túnica y el emblema de Minerva —siguen al orden de pago— y acudieron pese a que tenían que desfilar en una procesión en Mansilla de las Mulas. Por eso, el paso salió inicialmente con cuatro tambores y en la calle Ramón y Cajal se incorporaron un tambor más y tres timbales. Algunos braceros se ayudaron además de horquetas para marcar el paso. 

El Desenclavo pujó con una solemnidad y orgullo tan evidentes que al paso de la procesión los braceros y el acompañamiento de percusión recibieron el aplauso de las personas congregadas para ver pasar el Entierro, en reconocimiento a su ‘sacrificio’.

«Tuvimos que hacer un reajuste de última hora», explica el abad. «La agrupación musical del Nazareno decidió en el último momento no acompañarnos y nos vimos obligados a reorganizar los acompañamientos musicales. No podíamos permitir que el Descendimiento saliera sin agrupación musical», añade Arredondo.

Y ahí radica el problema, que la cofradía tiene que optar entre unos pasos y otros. Y no es la primera vez que sucede. En 2017, el paso de la Amargura se quedó en casa por falta de braceros y de organización y reflejos de los seises para movilizar suplentes desde otros pasos.

Para un amplio grupo de braceros del paso, y de hermanos y hermanas de otros, la explicación del órgano de gobierno de la cofradía no es suficiente. Y, junto con el «agradecimiento» por la solidaridad de los miembros de su antigua banda —que también mostraron el abad y la junta de gobierno de Minerva— y el «orgullo» de haber procesionado pese a todas las dificultades, manifestaron su «malestar» a la junta de seises. El paso mantuvo este viernes por la tarde una reunión con el abad para abordar lo sucedido en la procesión.

«No es tan fácil, para que las mujeres vistan de túnica hay que cambiar los estatutos», avisa. Pero son nuevos tiempos y habrá que abordarlo. Y si el obispo nos dice que hasta aquí hemos llegado, pues se hará», anuncia el abad
 

No es el único frente abierto en Minerva. Dos cartas de queja de miembros del grupo de adorno floral de Minerva dejaron al descubierto «problemas de coordinación», en palabras del abad, entre los hermanos y hermanas del grupo de flores y los responsables del grupo de montaje. Las cartas se leyeron en la junta de incidencias de la cofradía. En ellas se instaba a «revisar el concepto hacer cofradía». «Formamos parte de esta cofradía y no lo parece», recriminan.

Arredondo mantendrá una reunión para conocer de primera mano las quejas del grupo de adorno floral, al que ha felicitado «por su extraordinaria labor».

«Han sido de diez, los pasos han salido adornados como nunca, la cofradía está muy satisfecha con el trabajo del grupo», enfatiza el abad.

Además, un grupo de hermanas de la cofradía ha recogido firmas para poder vestir de túnica y no sólo de manolas, como les imponen los estatutos de la cofradía, que prohíbe a las mujeres vestir como los hombres pese a que tienen carta de pago como ellos. Abonan la misma cuota pero no tienen los mismos derechos.

Sobre esta espinosa cuestión, el abad sostiene que «tendrán que ser los hermanos los que decidan», sin especificar ni cómo ni cuándo. «Primero tendremos que recibir la petición para que se incluya como punto del día», explica Arredondo. Se refiere al orden del día de la Junta General que Minerva celebra tradicionalmente todos los domingos de Ramos. «No es tan fácil, hay que cambiar los estatutos», avisa. Pero reconoce que «son nuevos tiempos y habrá que abordarlo. Y si el obispo nos dice que hasta aquí hemos llegado, pues se hará», anuncia Julio Arredondo.

El paso del Desenclavo, a tambor y timbal sólo, por la calle de la Rúa el Viernes Santo durante la procesión del Entierro. DL

El paso del Desenclavo, a tambor y timbal sólo, por la calle de la Rúa el Viernes Santo durante la procesión del Entierro. DL

Minerva tendrá además que reorganizar su junta porque dos de los seises emblemáticos de la cofradía han anunciado su intención de dimitir. Son Aitor Mendaña Sanjuan, seise del Lignum Crucis, el paso titular de la cofradía —anónimo del siglo XVII que contiene una reliquia de la Cruz traída del monasterio de Liébana y donada por el obispo Almarcha en 1959— y Javier Casal, seise del Desenclavo, el paso con 84 braceros titulares y 29 suplentes que procesionó sin agrupación musical.

Mendaña y Casal han preferido no hacer declaraciones por «lealtad» a sus braceros, a los hermanos y hermanas de sus pasos, y a la cofradía, aunque Javier Casal ha querido hacer un reconocimiento público a sus braceros (enfatiza el ‘sus’): «Son los mejores y han demostrado su implicación y fidelidad a la cofradía», dice. Precisamente ‘semper fidelis’ es el lema de Minerva.

«Pese a todos los temores, la procesión salió y salió bien», sostiene el abad. Que la propia cofradía crea que va a tener dificultades para sacar la procesión del Entierro el Viernes Santo por la tarde es un síntoma de la situación interna.

Todos los asuntos se abordaron en la junta de incidencias de la cofradía, pero no hubo un acuerdo en firme más allá de que se «solucionarán todos los problemas».

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