«Toca crecer tras decir adiós a la crítica situación económica»

Presume de haber dicho adiós a la «critica situación económica» que lastraba el Ayuntamiento desde hace más de una década al ordenar la deuda, rebajarla en 20 millones (un 32%), pagar otros 5,4 en facturas atrasadas y reducir el pago medio a proveedores de 472 días a 23. Como premio, la Airef sitúa ya a San Andrés en el grupo «de riesgo bajo», lo que la anima a acudir a Madrid a flexibilizar el corsé actual que impone el plan de ajuste, realizar inversiones y convertir el municipio «en ese lugar de orgullo que sentimos como vecinos como cuando crecía en los años 2000». A sus 42 años y tras ‘lloverle’ por sorpresa la Alcaldía al final del verano de 2018, agarró el bastón de mando por derecho propio en 2019 con una candidatura completamente renovada que logró ocho concejales, dos más que en 2015. Asegura que posee un carácter conciliador que se plasma en un discurso de cercanía y oratoria sin papeles. El mandato ha supuesto un cambio «no a nivel personal, pero sí de responsabilidad», porque «es un privilegio ser una de las siete alcaldesas de la democracia y poder cambiar en la media de lo posible con tus ideas y tu gestión la vida de tus vecinos».

Ve como su «gran logro» haber pacificado el convulso Ayuntamiento y cree que la municipalización «pudo haberse hecho mucho mejor», porque «ha generado problemas que estamos pagando hoy». Enderezar la economía «parece una cosa sencilla pero hubo mucho trabajo por detrás que no se ve en la calle y que hoy estamos disfrutando: 800.000 euros en asfaltado en el polígono, tener dinero para la señalética, renovar los parques con 1,1 millones, mejora de calles con 1,2 millones, el área de regeneración de Pinilla, el camión de recogida de enseres y 300 contenedores... Son proyectos que se venían hablando en los últimos 20 años y que son una realidad ahora gracias a poder tener la situación económica saneada». Califica de «ímprobo» el trabajo de su equipo para actualizar la gestión administrativa, abrir el portal del ciudadano, concluir el documento de la RPT tras dos décadas y liquidar la cuenta 413. «Son muchos detalles y el Ayuntamiento creo que saldrá de la inercia lenta para coger impulso. Toda la parte de judicialización que hemos vivido estos años se está resolviendo y poco a poco vamos cambiando la imagen del municipio, que crece otra vez». Y desde donde mejor se ve es desde el rascacielos de El Faro, su lugar fetiche. Si algo ha marcado su mandato es el tren, pero ella insiste en que San Andrés es más. «No es sólo el puente de Párroco, es Villabalter, Ferral, Trobajo, Pinilla, La Sal, Paraíso Cantinas, 30.000 habitantes censados, 40.000 viviendo, es la fibra de Ferral y la ronda interior». Reconoce que la presión vecinal y las manifestaciones de los viernes «tienen su cabida y su protagonismo», pero recuerda que este mandato ha sido de negociación y que no posee «acciones en Adif, aunque algunos lo crean». Que no se haya tirado el puente «ha permitido negociar los cuatro carriles de San Juan de Dios y claro que he tenido broncas con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. Nosotros somos los principales reivindicadores contra Adif porque somos quienes tenemos la representación y sobre la mesa siempre ha estado el soterramiento como primera opción pero también están las deficiencias en Príncipe, que están subsanadas, el problema del nivel freático y de las bombas y las deficiencias de los cuatro carriles que por eso no se ha abierto».

Abrir las puertas del emblemático edificio Araú constituirá otro nuevo reto.