Cuidadora de dependientes, camarera, agricultora ecológica: el perfil intachable de Katia
-Los que conocían a la víctima aseguran que se trata de dos varones de nacionalidad portuguesa desaparecidos desde el viernes -Se desconoce su paradero y no se descarta ninguna línea de investigación
La Guardia Civil sella la vivienda de la víctima mortal. ICAL
Las Fuerzas de Seguridad buscaban a los dos hombres que trabajaban para la mujer de 57 años aparecida muerta en Reliegos. Los vecinos aseguran que se trata de dos varones de nacionalidad portuguesa que desaparecieron de la localidad el viernes, el mismo día que se vio por última vez a la víctima.
Según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno la Guardia Civil investiga las causas de la muerte de una mujer de 57 años. Su cuerpo, con signos evidentes de violencia, apareció este sábado 22 de julio, en el interior de un pozo en la localidad de Reliegos, donde residía.
Una amiga de la víctima había denunciado ese viernes por la noche su desaparición. No se sabía nada de ella desde las 10:00 horas de ese viernes 21 de julio.
Vivienda de Katia Santamarta, este domingo. RAMIRO
El cuerpo fue encontrado por otro amigo de la mujer fallecida pasadas las tres de la tarde del sábado. Reliegos es una pedanía de Santas Martas. No hay antecedentes de violencia de género de ningún tipo, ni parece tratarse de un caso de estas características. Sin embargo, la Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis. La jueza decretó secreto de sumario.
La víctima, Katia S.P. , era muy conocida en la localidad al regentar el negocio La Huertina de Reliegos, una explotación hortícola ecológica. Además trabajaba en un local de hostelería en Mansilla de las Mulas y atendía a una familia de personas mayores dependientes.
Según señalaron varios vecinos era habitual que acogiese en su casa a personas que le ayudaban en los trabajos de su explotación hortícola. Y a éstas personas parece que dirige sus sospechas la investigación. Se trata de dos varones portugueses que llevaban con ella varias semanas y de los que no se sabe nada desde el viernes, justo el día que la víctima desapareció. “No daban muy buena espina”, afirma un vecino. Aseguran que las Fuerzas de Seguridad se han dirigido a los bares y albergues de la localidad preguntando por ellos, enseñando fotos de fichas policiales, lo que da a entender que cuentan con antecedentes.