León clama por la reapertura del tren Vía de la Plata en el horizonte del año 2030
Con el ánimo de que no haya «reproches políticos sino trabajo técnico, soluciones reales, alternativas serias y medidas concretas», León clamó este sábado por la reapertura del ferrocarril Vía de la Plata «como columna vertebral del Corredor Atlántico». Al unísono con otros 16 ciudades encuadradas en el trazado que une Astorga con Plasencia y luego tiene continuidad hasta Cádiz , la plataforma ciudadana, social y política exigió que se pase del «estudio de viabilidad que vuelva a estudiar lo estudiado infinidad de veces» y se adelanten los plazos para que ya haya tramos en funcionamiento en 2030. «Es posible», repitieron, tras insistir en que la primera batalla se fija «el día 14 de noviembre, en solo unos días», cuando se verá «si se incorpora la línea o no a la red básica ampliada o se margina a la red global».
Si no se hace «será como sufrir un segundo cierre de la línea», se subrayó en el manifiesto leído por Eduardo Tocino en Astorga. «Hacemos un llamamiento por lo tanto a todos los representantes políticos ante este momento tan importante», recalcaron los portavoces del movimiento, tras detallar que «la planificación del Corredor Atlántico está peligrosamente desconectada y desequilibrada», dado que «sólo se comunica horizontalmente para unir los puertos de Portugal hacia Europa».
«Pero la planificación actual no comunica internamente el territorio español: es como un cuerpo humano, pero desmembrado», citaron.
Al Corredor Atlántico le «falta esa columna vertebral esencial que es el tramo de 350 kilómetros entre Astorga y Plasencia cuyo cierre bloquea, y rompe la logística ferroviaria y su funcionamiento en red». La plataforma insistió en que «si esto se mantiene así, los 16.000 millones de euros previstos para que funcione el Corredor Atlántico no tendrán el resultado previsto».
Aunque «se está a tiempo si se incorpora con urgencia el tramo Astorga-Plasencia al Plan Director del Corredor y a la Red Transeuropea de Transporte», la conocida como «Red Básica Ampliada», como se reseñó en el comunicado leído en la ciudad astorgana.
Con el eco de que «estos días son cruciales para que los políticos logren lo que sería un logro relevante», la plataforma avisó de que el estudio licitado por el Gobierno de manera reciente se ha recibido «con mucho escepticismo». «Mientras en el Mediterráneo hay licitaciones, obras e inauguraciones de tramos ferroviarios, aquí vuelve a realizarse otro estudio de viabilidad, con un largo plazo de dos años y con la vista puesta en 2050», criticaron, tras advertir de que «León dentro de dos años, no aceptará que un estudio justifique la continuidad del cierre, contradiciendo los mandatos de la UE, y los criterios sociales, medioambientales y de reequilibrio territorial que se deben valorar y dar importancia».
El grito de que «para nada es aceptable que se plantee el plazo de 2050» se amplió con la insistencia de que «el 2040 también es tarde para algunos proyectos». La plataforma defendió que tiene «la convicción desde el punto de vista técnico y económico de que se pueden adelantar a 2030, de que es perfectamente posible para algunos tramos» mediante «las primeras contrataciones por fases».
Los primeros tramos entrarían «en funcionamiento en 2030». Como ejemplo, pusieron la unión de «Astorga-La Bañeza: 22 kilómetros de este trazado ferroviario que sin ninguna dificultad orográfica se puede reabrir en un muy corto plazo si hay gestión y voluntad política».
El planteamiento de la plataforma por la reapertura de la Vía de la Plata se asienta en la necesidad de «una nueva línea ferroviaria Astorga-Plasencia». «Nueva no en el sentido de que haya que abandonar el trazado, que entre Astorga y Salamanca es muy sencillo, por ello puede y debe aprovecharse, sino de incorporar avances en materias de explotación, tecnología y gestión, propias del siglo XXI», describieron los portavoces del movimiento, que incidieron en que «la línea es imprescindible para la supervivencia de los servicios de mercancías en la mitad oeste de España y nuestro sistema productivo».
La argumentación se cerró con un apunte económico para adelantarse a las dudas. «Sólo dos soterramientos de los que se están construyendo en Cataluña equivalen a articular todo el oeste de España con una línea entre Astorga y Plasencia a 200 kilómetros por hora», detallaron los portavoces de la plataforma para subrayar que «la rentabilidad que supone soterrar una línea de cercanías, para nada es equiparable con comunicar tantos y tantos puertos marítimos, tanto territorio y sus gentes e industrias».