Diario de León

Arranca el juicio por el crimen de un universitario en un botellón en La Torre

Un estudiante de Derecho se enfrenta a 22 años de prisión por asesinar a otro del Inef

Entorno del pabellón de La Torre donde ocurrieron los hechos en mayo del año 2021. M.Á.Z.

León

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La selección de los nueve miembros titulares y dos suplentes del jurado popular que a partir del próximo lunes dilucidarán la vista por el crimen de un universitario cántabro asesinado en León en mayo de 2021 abrirá en la mañana de este viernes (Audiencia Provincial, 9.30 horas) el calendario de actividades del guión elaborado al efecto, que contemplan sesiones hasta el próximo lunes 4 de marzo, cuando se retirará a deliberar el tribunal popular que decidirá si el sospechoso es culpable o no de los cargos que se le atribuyen.

Por el estrado pasarán el acusado y quienes aquella noche del 16 de mayo de 2021, la madrugada de un sábado al domingo de primavera, se encontraban en el merendero cercano al pabellón de La Torre, donde tuvo lugar una primera pelea por desavenencias entre dos grupos de jóvenes que discutían.

Formación

El grupo de ciudadanos que impartirá veredicto lo conforman nueve titulares y dos suplentes

A raíz de esa primera bronca se originó una segunda, en la que el enfrentamiento subió de tono y un estudiante de Derecho de la Universidad de León propinó una cuchillada en el costado a un estudiante de Inef de Colindres. Murió pocas horas después, víctima de la hemorragia causada. Se le llegó a reanimar en un primer momento pero después acabó falleciendo.

Judicialmente, la batalla se centra en dos frentes. La familia del fallecido, representada por el abogado leonés Fernando Rodríguez Santocildes, entiende que las dos peleas son hechos diferenciados y que la puñalada que recibió la víctima era mortal de necesidad.

A Enrique Arce, en representación del sospechoso, le parece más conveniente unificar las dos peleas en solo una, porque se trata de hechos continuados en un nexo escaso de tiempo y mantendrá previsiblemente una disputa dialéctica destacada con los servicios sanitarios que actuaron aquella madrugada. Es porque según su tesis, se podría haber salvado la vida del joven herido y porque entiende que se pudo haber actuado con otra diligencia.

El Ministerio Fiscal propone una pena de 22 años de prisión para el principal acusado, al que se considera autor de un asesinato. La acusación particular considera el caso también un asesinato, pero pide 20 años de prisión y eleva la indemnización a 200.000 euros. La defensa planteará su escrito de conclusiones definitivas de acuerdo al desarrollo del procedimiento.

Al jurado popular, las partes le recordarán su papel. El Ministerio Fiscal pretende concienciar a los jurados de que no tiene ninguna obligación de presentar una acusación y de que si lo hace es porque considera probado que os hechos se desarrollaron de la manera que los relata. La acusación particular incidirá en un axioma básico: lo único que no admite duda es que el joven cántabro perdió la vida y el suceso destrozó para siempre la de sus padres. En el caso de la defensa hay una variante: es necesario tener probada la autoría de los hechos para emitir un veredicto de culpabilidad.

Entre los testigos estarán en la Audiencia los amigos de acusado y víctima, que ofrecerán sus versiones de lo sucedido. Dos de ellos están acusados de delitos penales que se instruyen en los juzgados de lo Penal de la capital.

Ya obra una pena previa para el supuesto agresor. Fue condenado a una multa de dos meses a razón de seis euros diarios (360 euros) por un delito leve de maltrato y a otra multa de tres meses a razón de ocho euros diarios (720 euros) por otro delito de amenazas.

El joven caminaba detrás de ellos para evitar que su amigo fuera agredido, pero uno de ellos paró y comenzó una pelea previa. Tuvo que esquivar puñetazos, y cuando quiso defenderse, en un momento dado, uno de los chicos del grupo, que resultó ser el procesado, le colocó una navaja en el pectoral izquierdo y presionó sobre el mismo sin causarle lesiones, al mismo tiempo le decía: «¿Qué, como os achantáis ahora cuando saco la navaja?», y «¡Te pincho!».

Dividido

El Ministerio Fiscal ha decidido separar en dos peleas las trifulcas que hubo aquella noche
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