“No nos van a comprar”, grita el leonesismo frente al Villalar de la Junta en León

Frente al Villalar con el que la Junta toma León, 700 personas, según la cifra oficial dada por la policía, cerca de un millar cuando se agruparon frente al edificio de la delegación autonómica, se manifestaron esta martes, 23 de abril, para “gritar alto y claro que no nos van a comprar, que no nos van a cambiar nuestra identidad”. 

“Estamos aquí para protestar contra quien nos trata de imponer una festividad que no es nuestra, que trata de traer su identidad cuando no la compartimos y sobre todo para gritar alto y claro, que se nos oiga, que estamos en contra de esta Constitución autonómica, en contra del sistema de las autonomías tal y como se configuró, que hoy más que nunca seguimos pidiendo tener nuestra propia comunidad autónoma donde esté representada toda la Región Leonesa”, lanzó el líder de UPL, Luis Mariano Santos.

Antes de la marcha, que se abrió con un León al que obligan a tirar de un castillo con la bandera cuartelada de la comunidad, Santos criticó “la excusa de una fiesta que no dice nada a los leoneses”, pero con la cual “Mañueco, el PP y Vox intentan imponernos esa identidad”. “Hoy aquí todos los leoneses vamos a gritarle que no estamos de acuerdo, que no nos corresponde y absolutamente para nada no nos vemos reconocidos en la identidad de esta comunidad autónoma”, señaló el portavoz de UPL.

Camino de San Marcos, donde la Junta localiza los actos, Santos subrayó que “la batalla está ganada porque todo lo que habían organizado, todos los fastos han tenido que ir cancelándolos uno a uno@, en referencia a la renuncia al izado de la bandera de la comunidad que había programado y a la celebración de la feria gastronómica a la que los escasos hosteleros que habían mostrado su interés renunciaron tras las presiones leonesistas recibidas. 

El secretario general de UPL insistió en que “no nos van a mover ni con dinero, ni con gastos de dinero público en fastos que podrían haber dedicado perfectamente a la sanidad, a la educación y a cualquiera de los grandes problemas como es la despoblación”.

Armados con banderas y silbatos, los leonesistas realizaron “una gran pitada” al pasar por San Marcos, donde la Junta tenía programado un acto institucional con la presencia del consejero leoneses Juan Carlos Suárez-Quiñones. “Es para que sobre todo le llegue a los oídos a Mañueco, que se ha ido a Alcalá de Heneres y ni siquiera está celebrando su festividad con los castellanos”, recalcó Santos.

Los cánticos de “autonomía, País Leonés” atronaron mientras dentro de la plaza, por la megafonía, sonaba la banda sonora de Rocky y apenas quedaban una veintena de personas, entre ellas el consejero, el delegado de la Junta, Eduardo Diego, el concejal de León José Antonio Cabañeros, el procurador autonómico y alcalde de Oseja de Sajambre, Antonio Mendoza, y el regidor de La Bañeza, Javier Carrera.

Antes de la quema del castillo que arrastraron durante todo el recorrido, el portavoz de UPL en el Ayuntamiento de León, Eduardo López Sendino, insistió en que “no hay nada que celebrar” en una fiesta de “los estómagos agradecidos y los palmeros”. “Todos los leoneses tenemos el derecho y también la obligación de luchar por nuestra tierra, por nuestro futuro, que pasa por que los partidos como el PP y el PSOE, de una vez por todas, apuesten por la segregación de la Región Leonesa de la Región Castellana, y que cada región siga su camino, porque somos leoneses y no somos ni castellanos ni castellanoleoneses”, expuso entre vítores el leonesista.

Con el estribillo de que no hay “nada que celebrar”, López Sendino expuso que “el futuro es nuestro”. “Si seguimos por la senda de la lucha, si seguimos por la senda de la reivindicación y si seguimos sin desfallecer. Porque todos unidos lo conseguiremos, todos unidos conseguiremos nuestra ansiada autonomía”, arengó.

El turno de intervenciones dio cita al alcalde de León. Pero en lugar de asistir, José Antonio Díez, envió un escrito que en su primera parte repetía el expuesto en el Pleno de diciembre de 2019, en el que el Ayuntamiento de León aprobó la moción por la Autonomía Leonesa. “Cuatro años después poco ha cambiado, salvo esa constatación de que el movimiento por el reconocimiento de León, de su identidad y de su necesidad de autogobierno, totalmente constitucional, es imparable.

Por mucho, reitero, que la Junta de Castilla gaste miles de euros en vestir una identidad inexistente. Por más que constituya fundaciones para falsear la historia de una unión ficticia, ni querida, ni aceptada, ni lógica ni positiva para una tierra León que siempre seguirá en la lucha. Un leonés nunca se sentirá castellano porque, sencillamente, no lo es. Somos leoneses. Solo leoneses. Orgullo de Reino, de legado, de identidad y de lucha por nuestros derechos constitucionales de autogobierno”, apuntó el representante de Conceyu País Lliones encargado de la lectura, mientras los asistentes preguntaban “dónde está el alcalde” y reclamaban que “venga él a leerlo”. No hubo apenas otra representación socialista, más allá del alcalde de Villaquilambre, Jorge Pérez, que gobierna sustentado por los votos de UPL gracias a un pacto en el que los dos últimos años del mandato debe pasar el testigo al leonesista Vicente Álvarez.

La manifestación se cerró con el himno a León, mientras ardía el castillo al que había colocado arriba la leyenda de “Mordor” y “Lexit” y se coreaba “castellano el que no bote”. “Hay que emburriar”, clamó el portavoz de Conceyu País Llionés, Carlos Cerra.

Pero todavía con los rescoldos de la hoguera, varios centenares de los manifestantes terminaron por reventar la actuación que en ese momento realizaba el trovador leonés Crispín D’ Olot. La pitada hizo que el artista se bajara del escenario, mientras los leonesitas arriaban la bandera de la comunidad que ondeaba en un pequeño mástil y la sustituían por la de León.

Sin tensión alguna durante el resto de la jornada, el momento final provocó que incluso hubiera algún pequeño enfrentamiento con el padre de uno de los niños que participaba en la ludoteca organizada por la Junta frente a la puerta de San Marcos.