Pincharse reduce la gravedad de los síntomas, las complicaciones, hospitalizaciones e ingresos en la UCI
El metaestudio de la gripe con 6,5 millones de pacientes de 38 países lleva sello leonés
El virólogo Estanislao Nistal demuestra que la vacuna es clave para reducir un 50% el riesgo de muerte
Editorial: 'Rigor leonés para mejorar las vacunas'
Cada año se producen casi 10.000 contagios de gripe en León que generan entre 250 y 300 ingresos en el Hospital, la mayoría por complicaciones gastrointestinales, neumonía u otitis, o porque la infección respiratoria agravó las patologías previas que padecían esas personas. Una treintena de ellas fallecerá, mientras en España oscilan entre 4.000 y 6.000 los enfermos que mueren cada año por problemas asociados a la gripe.
Estos datos podrían reducirse drásticamente si la población de riesgo se vacunara. Pero ¿hasta qué punto la vacuna contra la gripe es un arma efectiva? Un metaanálisis liderado por el leonés Estanislao Nistal como investigador principal, con datos de 6,5 millones de personas de 38 países, concluye que la vacunación reduce en general la posibilidad de infectarse, aunque de forma desigual. Donde sí constata un efecto sólido y uniforme es en la protección de los casos más graves, al reducir un 50% el riesgo de muerte.
El análisis, en el que también han participado científicos del Instituto de Salud Carlos III, del Centro Nacional de Gripe de Valladolid y el Hospital 12 de Octubre de Madrid, recopila datos durante los últimos 20 años. «Es uno de los estudios más completos que existe sobre la gripe y compara las distintas cepas, lo que no es tan común», explica Nistal, profesor de virología en la Universidad CEU San Pablo. Entre las curiosidades, la investigación determina que en un año bueno, la vacuna de la gripe puede proteger frente a la infección a entre el 50% y el 60% de quienes la reciben. En uno malo, como sucedió en 2018, apenas llega al 25%.
También demuestra que la efectividad de la vacuna varía según la edad. Es eficaz para prevenir infecciones frente al subtipo H1N1 de la gripe A y frente al virus de la gripe B en todos los grupos, desde niños menores de 5 años a personas mayores de 65, pero ofrece una protección algo menor frente al contagio en adultos de la gripe H3N2.El estudio se publicó esta semana en la revista European Respiratory Review y analiza la prevalencia de los subtipos más comunes del virus de la gripe A (VIA) (H1N1 y H3N2) y del virus de la gripe B (VIB) con el objetivo era entender por dónde se cuelan los virus ante la barrera protectora que ofrece la inyección. «Muchas veces concebimos una vacuna como una especie de escudo contra una infección», reflexiona el virólogo leonés, «pero este artículo señala que, aunque eso puede pasar, no sucede de la misma forma ante todos los subtipos y con todas las edades».
Por grupos de edad
En mayores de 65 años, la vacuna no disminuye el riesgo de infección para la gripe A, pero sí es especialmente eficaz en menores de cinco años. «Este es el subtipo que más guerra da porque hay varias hipótesis, entre ellas, que tiene una mayor tasa de mutación que los demás».
No obstante, al analizar los porcentajes de muerte y enfermedad grave en las últimas dos décadas, se ve la efectividad de la vacuna, en números muy similares a los que tiene frente al resto de variantes.
El de la gripe es un virus diverso, con varias cepas, y que muta con rapidez. Cada año se actualizan las vacunas usando como base las tres variantes más extendidas en el invierno inmediatamente anterior. En ese tiempo el virus muta, y la incidencia de las distintas cepas también, así que según el año puede que la vacuna sea más o menos efectiva.
«El hecho de que el virus de la gripe cambie tanto dificulta hacer vacunas que cubran bien la cepa que está circulando exactamente», destacan los inmunólogos, quienes valoran positivamente este estudio, porque evalúa a nivel global la eficacia de las vacunas de la gripe durante un periodo grande y con muchos pacientes.
sin una vacuna universal
En esa variabilidad, el estudio refleja que «para algunas cepas la protección es mayor (por ejemplo, para la H1N1) que para otras (H3N2), lo que indica que estamos lejos de una vacuna universal frente a la gripe todavía». De modo que la vacunación frente a la gripe puede tener una capacidad limitada para prevenir infecciones, pero es muy efectiva para reducir la carga de enfermedad, las complicaciones graves y la mortalidad. Los autores señalan que prevenir la infección quizá no sea el principal beneficio de la vacuna, «pero sigue siendo la mejor herramienta que tenemos para prevenir y combatir esta enfermedad grave, reduciendo el riesgo de morir por complicaciones asociadas». La vacuna ayuda a prevenir la transmisión, reduce la gravedad de los síntomas en quien enferma, disminuye las probabilidades de complicaciones graves, como neumonías, hospitalizaciones, ingresos en UCI y las muertes.