San Andrés, 25 años a la espera del prometido cementerio municipal
La pedanía, con un recinto saturado, trata de solventar la lista de espera con 16 nuevos columbarios y mejorará el método para pagar la tasa, aún con el puerta a puerta

El cementerio de San Andrés pueblo está encajonado entre viviendas.
Con casi 270 fallecidos cada año, a San Andrés del Rabanedo se le van agotando los espacios para enterrar y honrar a sus muertos. El problema no es nuevo, pero se ha enquistado tras un cuarto de siglo esperando por el prometido cementerio municipal que debe impulsar la Mancomunidad de Servicios Funerarios (Serfunle), donde está integrado San Andrés, junto a León y Villaquilambre.
El camposanto, puesto sobre papel en 2004 casi al mismo tiempo que se sellaban los documentos de creación de Serfunle, se llegó a presupuestar en 1 millón de euros y contemplaba la construcción, en una primera fase, de 650 nichos, 300 columbarios y medio centenar de tumbas triples, para atender la demanda. El Ayuntamiento incluso reservó 31.000 metros cuadrados en el límite entre Trobajo del Camino y San Andrés pueblo para el proyecto, soñando que las instalaciones incluyeran varias zonas de enterramiento, un Jardín de las Cenizas de 1.800 metros cuadrados y un edificio central con una sala velatorio y otra multiconfesional. Pero nada.
Y mientras, el peculiar camposanto de la localidad de San Andrés, encajado entre viviendas que impiden que pueda ganar espacio, se las ve y se las desea para atender la solicitud de nuevos enterramientos. Hasta el punto de que la pedanía ha decidido invertir sus escasos recursos en construir 16 nuevos columbarios, esas estructuras con pequeños nichos interiores que se destinan a alojar las urnas con difuntos incinerados.
El cementerio tiene lista de espera. Decenas de familias aguardan que haya espacio disponible para depositar las cenizas en el recinto, que dispone de 465 nichos y panteones pero cuya ubicación, en pleno casco urbano de la localidad, hace imposible su crecimiento en horizontal.
La construcción de los nuevos columbarios se efectuará de forma progresiva, en función de la demanda con el objetivo de responder al interés suscitado por varios vecinos para depositar las cenizas de sus familiares en este camposanto.
Serán financiados en su totalidad por la junta vecinal, en lo que supone un esfuerzo ímprobo dados los limitados recursos de los que dispone. La presidenta de la pedanía de San Andrés del Rabanedo, María Amparo García García, hace hincapié en la demanda que existe para nuevos enterramientos de cenizas que es muy difícil compatibilizar con la situación económica de las arcas de la junta vecinal. «Aún así nuestra obligación y nuestra responsabilidad es facilitar un espacio para todas aquellas familias que deseen depositar a sus seres queridos aquí», resalta.
Por si la singularidad de este camposanto local fuera poca, a ella se suma ue la tasa del cementerio se sigue pidiendo puerta a puerta, como antaño pero en la era de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial. Por eso García se ha puesto manos a la obra para actualizar el padrón del cementerio, con el fin de localizar a todos los titulares de las distintas unidades de enterramiento.
La pedánea hace un llamamiento a todas aquellas personas que tienen una propiedad en el camposanto para que contacten con la junta vecinal, que tiene abiertas las puertas de la oficina situada en la Casa de Cultura de San Andrés todos los martes desde las 18.00 a las 20.30 horas. «Es imprescindible actualizar el padrón para ordenar el cementerio y conocer si tenemos espacios que se puedan volver a utilizar dado que nuestro cementerio ya no puede crecer más», argumenta. La presidenta de San Andrés agradece la colaboración de los vecinos que abonan la tasa de mantenimiento del cementerio, con una recaudación superior a la del año anterior, aunque incide en que son muchos los propietarios de nichos y panteones que no han pagado. «Son 10 euros que multiplicado por los 465 propietarios es mucho dinero para nuestra pedanía que sólo dispone de recursos propios».