Villadangos, de referente industrial a megaparque solar sobre 300 hectáreas
Fuente energética junto a la segunda fase del polígono

Fase de construcción del parque solar, en un estado ya avanzado junto al recinto industrial.
El tiempo de consolidación de Villadangos está escrito en el entorno; la inversión en la zona transciende al polígono industrial, donde crece la esperanza de desarrollo económico de León, como en una isla, rodeada de recesión.
Salvo por la linde oeste, donde al polígono se pega la inversión en una fuente de energía que culminará la transformación del entorno a límites insospechados; acaba el perímetro de expansión del polígono, que ahora va a duplicar el área industrial, y comienza la línea del mega parque solar que va a poder generar doscientos megavatios, que lo convierte ya en uno de los más relevantes de la provincia leonesa.
La capacidad ya define por sí misma un jolgorio de cifras en la estructura, la construcción, la extensión, el despliegue de los soportes, el producto resultante, que ya es visible en parte del cordón que cierra el nuevo asentamiento energético de referencia para León.
Doscientos megavatios iguala la demanda de consumo eléctrico para alimentar a unos ochenta mil hogares. Se desarrolla en terrenos del propio municipio de Villadangos y de Cimanes del Tejar. En medio de la actividad que fluye en torno al enclave de Villadangos, es imposible transitar la zona sin percatarse de la actividad constructora que salta la valla del recinto industrial (también en obras de urbanización para completar la adaptación de la segunda fase) y que genera este asentamiento de placas solares, ejemplo de la voracidad y ambición que los proyectos fotovoltaicos han alcanzado en la provincia leonesa.
En los caminos rurales que serpentean por la zona, por las carreteras secundarias del Páramo al Órbigo, no se puede avanzar sin encontrar referencias al megaparque: la presencia de operarios, grúas, vehículos de transporte de personal, la demanda de alojamientos, por la estancia de los obreros temporales que en su mayor parte están contratados por empresas de construcción e ingenierías europeas, francesas, principalmente.
El promotor de este foco energético es suizo, con amplia experiencia en el campo energético, la distribución y la comercialización de energía eléctrica, y de estreno en la generación de solar.
Los tiempos de avance de la construcción de la factoría de espejos anuncian una puesta en servicio a corto plazo, con parte de la las placas ya instaladas, y soportes ya colocados en el resto de la superficie que va a ocupar este emporio solar. Es imposible no toparse con referencias del enclave, porque está desplegado ya a lo largo de más de trescientas hectáreas, que marcan la ambición de la apuesta: para comparar la dimensión, el parque solar es un tercio de la primera fase del polígono industrial de Villadangos; así se cambia el paisaje de la zona, donde resulta ya improbable que los terrenos vuelvan a dedicarse jamás al cultivo del cereal; en su lugar, la línea del horizonte rompe con una maraña de estructuras metálicas y acristaladas que chocan de fondo con los perfiles de las factorías de Villadangos; la de las acereras, las industrias del cableado, las plataformas logísticas.
A uno y otro lado del pasado, el presente y el futuro del polígono de Villadangos y su área de influencia median más de 360.000 paneles solares, suficientes para que conste que la transformación acometida en la zona no se iba a contener en el molde del recinto industrial. En el proceso de construcción podrán participar un millar de operarios. Primer ejemplo del cambio.