Diario de León

| Entrevista | Pedro del Ferrero |

«No hablamos de política»

Nació en Primajas, en plena Montaña Oriental Leonesa, aunque lleva cuarenta años afincado en Valladolid, durante la mitad de los cuales ha formado parte activa del Centro Leonés

Pedro del Ferrero con el perro llamado «León»

Pedro del Ferrero con el perro llamado «León»

Publicado por
R. Masegosa - redacción
León

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Hay quien se pregunta si resulta difícil ser leonés y vivir en Valladolid¿ -En absoluto. Nosotros nunca hemos tenido ningún problema, ni a nivel personal ni a nivel de Centro Leonés. Valladolid nos ha acogido estupendamente aunque tengo que decir que el espíritu del Centro ya no es el de ser un lugar de añoranza de la tierra, puesto que actualmente no hay distancias, sino más bien, un lugar de convivencia donde, al mismo tiempo, se difunde la cultura y las tradiciones leonesas. -Entonces, ¿qué opina del supuesto enfrentamiento León-Valladolid? -Yo nunca lo he notado. Creo que más que rechazo de Valladolid hacia León, es al revés. Hay que tener en cuenta que aquí vivimos muchos leoneses desde hace ya muchos años, a pesar de lo cual, seguimos amando nuestra tierra de origen. -Sin embargo, alguna vez ha comentado que en el Centro Leonés no se habla de política... -Es una de las normas que tenemos desde que se fundó el Centro Leonés. Hace dieciocho años alguien quiso entrar en el Centro pero desde el primer momento empezó a romper esa regla y a discutir sobre política. Desde entonces, no lo hemos vuelto a ver. -¿Qué opina del denominado sentimiento regional? -Creo que en Castilla y León no está desarrollado. Sin embargo, no entiendo muy bien que no exista y, sobre todo, que no se defienda cuando sales de aquí, fuera de la comunidad. Creo que no tenemos muy claro el concepto de Castilla y León, pero es una opinión personal. -¿Cómo ven los hijos de los socios esta pasión por la tierra de origen? -Nuestros hijos son vallisoletanos, han nacido aquí, pero no cabe duda de que tienen la raíz leonesa. Les tira mucho los pueblos de los abuelos, aunque lo viven de otra manera que nosotros.

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