«Yo voy a luchar por los proyectos de origen socialista como si fueran míos»

Prefiere el antiguo edificio consistoria, con su aire de pueblo grande, para dirigir León. En ese despacho, el pendón de la ciudad -al que se le rinde honores de capitán general- vela la labor de Mario Amilivia (León, 1958), tras 17 meses de exilio en la oposición. -¿Tan mal estaba la cosa que entra con 108 medidas? -Era necesario demostrar que había otro tipo de gestión y otra ambición por hacer León y una de las formas de trasladarlo a la opinión pública ha sido el compromiso de diseñar 108 medidas. Esto no quiere decir que sean las únicas medidas sino que se están haciendo muchas más cosas. Además, en los próximos días presentaré el nuevo presupuesto municipal, que se aprobará en marzo, donde se materializarán otro tipo de actuaciones complementarias. Pero el mensaje es claro, yo creo que la gestión estaba paralizada y era necesario recuperarla con las ganas de hacer León. -Pero, ¿hay dinero para tanto? -El endeudamiento municipal está en los términos legales más sensatos del municipalismo. La venta de La Lastra, una operación muy sensata que diseñamos en mi equipo, permitía disminuir el endeudamiento y afrontar un problema de pagos que existía. Ahora, con un endeudamiento más bajo te puedes seguir endeudando como hacen todas las administraciones; por lo tanto lo que tenemos que hacer no es restringir políticas de inversión sino gastos ordinarios. -Así que los socialistas tenían muchos gastos ordinarios. -Si nosotros analizamos los últimos meses se ve que se ha perdido el tiempo para hacer cosas y lo digo objetivamente porque no he conocido ningún proyecto. Ahora, nosotros lo que hemos hecho es sustituir los discursos por la gestión verdadera. La gestión anterior fue muy politizada y puso el Ayuntamiento de León a disposición de otros intereses partidarios. Estaban obsesionados con lo que habíamos hecho nosotros y la figura del presidente del Gobierno, y desde aquí se olvidaron de hacer sus deberes. -Da la impresión de que Valladolid y Madrid se disputan León al ajedrez. -Ojalá que fuera verdad que se disputaran León y compitieran por él. Yo lo único que sé es que el Ayuntamiento de León tiene vida propia y no depende de nadie políticamente, pero lo que sí tengo que decir es que ha habido una serie de movimientos políticos en relación con la gobernabilidad del ayuntamiento que da la sensación de que se ha disputado utilizando procedimientos extraordinarios. -Una moción de censura también es extraordinario. -Yo gané las elecciones y debía de haber gobernado, como estoy haciendo ahora. Es probable que después hubieran decidido hacerme una moción de censura, pero hubo una precipitación y ansiedad de algunos por conseguir la alcaldía a cualquier precio, como se ha demostrado. Los que han utilizado el Ayuntamiento como plataforma para ganar las elecciones generales, como bandera de enganche del socialismo español, como punto de referencia y de propagando..., esos son los que no han entendido que al final el Ayuntamiento de León tiene sus propias mayorías y gobierna razonablemente el que ganó las elecciones. Y siguen todavía crispando a la ciudad, porque convirtieron el Ayuntamiento en un botín. Yo lo que hice es defender a mi electorado, y llegué con un pacto que contaba con los dos votos que tuvo el PSOE para llegar a la alcaldía y que reclamaba permanentemente. -Dos votos que le costó ganarse 17 meses. -Yo en junio intenté pactar con la UPL a los efectos de garantizar la gobernabilidad del más votado. Sin embargo, pactaron con el PSOE y luego vino la escisión de la UPL, cuando yo, razonablemente, intenté recuperar el gobierno ante unos hechos gravísimos que algunos quisieron ocultar. -Y dos votos que unos llaman tránsfugas y otros no adscritos. -Lo único que ha ocurrido aquí es que la UPL se rompió por el debate intenso de dos facciones. No ha habido transfuguismo ni nada que se le parezca porque no es moralmente sensato decir que ese voto valía para invertir la voluntad popular y no para respetarla. El PP ha recuperado la alcaldía con un pacto público y claro que tiene vocación de permanecer, al menos, dos años y medio. -Ahora, enseñan la tramoya de los pactos, ¿no teme que la gente pierda la inocencia política? -Que lo sepan, porque yo denuncié el pacto que vinculaba el Ayuntamiento con Caja España y me llamaron desquiciado. Ahora, nadie ha dimitido ni pedido perdón, y los mismos que ofrecieron la entidad no es extraño que ofrecieran cargos en empresas públicas con altas nóminas. -De aquella les ofrecieron Caja España, ¿hay algo más en éste? -Yo no he ofrecido absolutamente nada, el único pacto que hice público fue el Pacto por León, que algunos socialistas dijeron que era una agravio hacia León porque se llevaba demasiado. -¿No tiene miedo de que se dé la vuelta a la tortilla otra vez? -No tengo ese miedo en absoluto. Lo que creo es que gobernar en minoría no es bueno para gobernar en ninguna institución y genera problemas a la ciudad. El PSOE estaba en minoría en los últimos tiempos porque pactaba con tres o dos de la UPL y a nosotros nos valía cualquiera de las opciones. Yo no tengo ninguna duda de que va a durar hasta final de legislatura. -Es para creer cuando se ve a Rodríguez de Francisco, otrora azote del gobierno autonómico, felicitar a la Junta. -Pero es que si yo pregunto quién está haciendo el Parque Tecnológico, quién ha licitado su segunda fase, quién está haciendo el macropolígono de Villadangos, quién está impulsando el Cetile, quién está reformando los hospitales, quién está apostando por la Universidad... Tengo que decir que es la Junta porque es un dato. Su grado de compromiso es altísimo, pero ya con el gobierno socialista, por lo que nadie puede decir que antes no y ahora sí. Y De Francisco percibe que la Junta está volcada y es consecuente con ello. -Y con los del Gobierno nacional, ¿qué van a hacer? -Que quede claro que yo voy a intentar que sean grandes los proyectos aunque sean de origen socialista, y voy a luchar por ellos como si fueran míos. -¿Por qué cree que se le escapó la mayoría absoluta? -Después de analizarlo con toda la humildad del mundo durante estos 17 meses, y que voy a intentar que no me falte en el futuro porque creo que siempre hay que aprender, tenemos por delante un mandato de una mayor política de participación, de proximidad, de estar ahí, aunque estuviéramos antes pero demostrándolo más, con una cercanía a los problemas de cualquiera. Yo creo que eso es lo que en algún momento dado es lo que más se me criticado y acepto la parte de cierto que tiene, y lo voy a hacer. -Eso, y con especial atención, la Promoción Industrial. -Es la asignatura pendiente. León tiene ya desde el punto de vista de los servicios una magnífica competencia, pero el planteamiento de los leoneses históricamente es ése: que vengan empresas. En el anterior mandato y en este impulsamos varios millones de metros cuadrados de suelo industrial y el Parque Tecnológico. La característica principal en la política municipal debe ser atender a las reivindicaciones de los ciudadanos y hay una reivindicación pública de que León tenga empresas. Ahí vamos a dar magníficas alegrías a los leoneses. -¿Así no se irán los jóvenes? -Nosotros tenemos que generar oportunidades; además tenemos una magnífica Universidad. El anhelo de todos es que exista un oferta de carácter industrial, de empresas de alta tecnología que puedan complementar una oferta de trabajo a los jóvenes leoneses. -Y cuando usted se vaya, de la alcaldía, ¿por qué le gustaría que se le recordase? -Eso nos puede llevar a la tentación de caer en la vanidad y no me gusta. A un alcalde se le conoce por su obras y me gustaría que se me conociese por eso, porque hice muchas cosas e intenté transformar León y mejorarlo.