Predicar con el ejemplo

«La construcción del edificio singular que alberga la sede del Eren debía tener un propósito básico de demostración, reflejando los objetivos del organismo en la propia construcción». Los responsables del edificio destacan que el diseño del proyecto conjuga «tradición, cultura, innovación, tecnología, confort, bioclimatismo, ahorro energético, eficacia y respeto al medio ambiente». Desde el punto de vista arquitectónico, el Eren está abierto hacia el Sur, con una fachada enteramente construida en vidrio, para recibir el máximo apoarte solar en todas las épocas del año. Por el Norte, está cerrado con una fachada casi carente de aperturas con el objetivo de que se produzcan las mínimas pérdidas energéticas. En cuanto a los materiales utilizados, «han sido estudiados y elegidos de manera exquisita, consiguiendo que entre ellos, a pesar de sus grandes diferencias, se complementen y sea sorprendente su observación». En este edificio se encuentra una amplia gama de materiales que va desde el hormigón hasta el acero, pasando por madera, pizarra autóctona, cobre, chapa, aluminio, vidrio, linoleum, etc. Se trata, en fin, de un edificio bioclimático y de alta eficiencia energética, que en principio contaba con cuatro alturas (semisótano, baja y dos plantas) y que ahora crece, manteniendo su principio de orientación al sur para recibir la mayor aportación solar desde las primeras horas del día hasta las últimas. Está repartido en tres grandes volúmenes o zonas: la de oficinas, la de servicios y pasos (que no interfiere los puestos de trabajo) y un atrio que es el verdadero «pulmón» del edificio.