«Hemos hablado tanto que ya no queda de qué» «Deberían dirigirse al Gobierno»

Los enfermos de la colza aseguran que ya ni hablan, «hemos hablado tanto que ya sólo nos quedan mentiras que contarnos entre nosotros», dice riendo un joven del Bierzo que ahora, sobre las diez de la mañana, entretiene la espera jugando a las cartas con otros tres compañeros. Jugar a las cartas, ver la tele, hablar y, por la noche, algún paseo son las diversiones que tienen estos enfermos para paliar los estragos del encierro. Duermen tirados en sacos de dormir en el salón de plenos, el lavabo de la planta inferior es su ducha y las butacas del público su sillón de estar. Se levantan temprano (sobre las ocho) y tras tomar un vaso de leche comienza la medicación ya que muchos de los afectados toman una decena de pastillas diarias (para regular el colesterol, para controlar el azúcar, la tensión o los dolores). Por la tarde, acuden sus familiares a verles y las tertulias son su entretenimiento. La estancia en un sitio cerrado, dicen, empeora sus dolencias pero todos son conscientes de que resistir es lo que único que les puede dar una solución. Y por eso están dispuestos a mantener cuanto sea necesario la protesta. El alcalde de San Andrés, Miguel Martínez, reconoció ayer que el consistorio no puede mantener por mucho tiempo más la protesta «que está afectando a la vida municipal y a los ciudadanos sin ninguna causa justificada». El consistorio abona diariamente los gastos de comida y cena de los manifestantes, una cuenta que supera ya los 4.700 euros, pero además ha de sufrir los incovenientes de tener ocupada su sala principal donde semanalmente hay actos programados que han de cancelarse. «Respeto sus reivindicaciones y sus acciones en tanto en cuanto no afecten a la vida municipal y a los ciudadanos, que no tienen la culpa de nada», precisa el regidor. De momento no se plantea ordenar un desalojo, pero llama a la conciencia de los encerrados para que depongan su actitud. «Deberían recapacitar y pensar que su reivindicación ha de dirigirse a al Gobierno», agrega. Respondiendo a los afectados que aseguran que el encierro quiere presionar para que Martínez, en su calidad de secretario del PSOE leonés actúe como intermediario ante Zapatero, precisa que nunca cederá a la presión.