Diario de León

| Crónica | Sillón 28 |

Somos azules... o no

La confusión que puede desatarse por el nacimiento del nuevo cuerpo de voluntarios de seguridad vial y la disparidad de ingenio para la reforma del Estatuto de Autonomía distendió una sesión avivada desde el comienzo

Guada, en el centro, defendió la moción sobre el Estatuto por parte del PP

Guada, en el centro, defendió la moción sobre el Estatuto por parte del PP

Publicado por
A. Caballero - león
León

Creado:

Actualizado:

El Pleno de la resaca del verano fue tan raro que acabó con un minuto de silencio -llevaban casi 5 horas sin parar de hablar- y un aplauso. La realidad es que respondió al cumplimiento del acuerdo de homenaje a las víctimas de la violencia doméstica -que debe cumplirse al inicio de cada sesión posterior al asesinato acecido en el último mes-, pero también podría haber sido de felicitación por el cierre de un debate que cambió de temas, pero no de fondo. Se clausuró medio de broma porque había empezado muy serio. Nada tuvo que ver en la prolongación el hecho de que haya nuevo secretario municipal: Santiago Gordón, que sustituye a Carmen Jaén, para quien han encontrado acomodo en el cargo de jefa de la asesoría jurídica del Ayuntamiento. El problema no estuvo en la celeridad de la lectura o la dicción -la claridad debe ser la misma- sino en el entendimiento de las partes contendientes, que tenían más voluntad de disentir que de acordar. El caso es que el revocamiento del Máster de Tenis y el chivatazo a la Fiscalía no pudo ser atenuado por la propuesta de adhesión a la red de alcaldes por la paz, que lideran los primeros ediles de Hiroshima y Nagasaki, y al proyecto de reglamento de voluntarios de seguridad vial se llegó un poco caliente -será el veranillo de San Miguel- para la refriega. Natalia Rodríguez Picallo cuestionó la eficacia de los agentes en proyecto y su posible interferencia con los policías locales, tras enumerar los cuerpos existentes en la demarcación municipal. La concejala socialista fue tan prolija en la descripción que Javier Chamorro, que ya se había despistado en la votación sobre el cambio de aparcamientos de la ORA, se lió. «Los agentes de la Policía Local irán de amarillo, los de Protección Civil de naranja y los de seguridad vial de azul», acertó a decir al final, después de corregir sobre la marcha un mal apunte de un compañero de la oposición. Y se enmarañó de nuevo: «La gente no va a saber si son policía, auxiliar, bombero o torero». A Ángel Valencia, defensor y concejal responsable del proyecto, no le hizo mucha gracia y optó por el argumento cuantitativo. «Lo que más seguridad da a la gente es ver policías y uniformes. Yo cuantos más veo, más feliz estoy». El sonido de La Raspa en el móvil de uno de los asistentes sirvió para cambiar el tercio, que debió de ser el de banderillas por la forma en que se entró en el debate de propuestas para la reforma del Estatuto de Autonomía. Propuestas de todos los colores -fue un Pleno muy vistoso- y lecciones de historia que cuestionaron los libros que la Consejería de Educación de la Junta fija para los escolares leoneses, donde se habla de «Castilla en la Edad Media», como apuntó Chamorro, quien construyó un silogismo: «Sólo los necios perseveran en el error. La Comunidad es un error. Luego la comunidad está llena de necios». Por si acaso, Chamorro, en campo abierto, se cuidó de entrar en confrontación con De Francisco - «no voy al choque», avisó tras puntualizarle-, que valiente, más que una cuba de Sindo Castro, pero no suicida. El concejal no adscrito, campante y rey en su terreno, sólo se conformó con que León se segregue de Castilla, y recordó que «en la estación de Oporto hay una representación del duque portugués que rinde pleitesía al rey de León en las primeras Cortes democráticas de Europa, en 1188». Pero no se acordó nada para llevar a Fuensaldaña. En la plaza de María Pita, en A Coruña, alguien ha pintado en una pared: «Do you like Condolezza Rice?». Cuando se acierta con las interrogaciones, se falla con el sitio.

tracking