«¡No me toques los churros!»
Solicitan un año de prisión para las dos propietarias de un puesto móvil de buñuelos, acusadas de romper un brazo a una clienta que se había quejado de que estaban fríos, tras tocarlos con los dedos
El juzgado de lo Penal 1 de León pasará vista oral, hoy, a partir de las 12.00 horas, a la acusación de un delito de lesiones que pesa sobre dos jóvenes, acusadas de fracturar un brazo a una mujer de mediana edad, con la que sostuvieron una discusión por el estado de los churros que vendían las procesadas, durante las fiestas de San Juan del año 2004, en el Paseo de Papalaguinda. Los hechos tuvieron lugar hacia las 20.00 horas del 24 de junio del 2004. Las dos hermanas, que regentaban un puesto móvil de venta de churros y similares, protagonizaron un incidente dialéctico con una mujer de mediana edad, a la que finalmente, según el Ministerio Fiscal, agredieron provocándole una fractura de cúbito izquierdo que le impidió realizar sus tareas habituales durante 76 días. Más de 4.000 euros Según el fiscal, procede imponer una pena de un año de prisión para cada una de las imputadas, una indemnización de 3.482 euros por incapacidad y 600 euros por las secuelas. La acusación particular sostiene que la víctima se quejó de que los churros estaban fríos, a lo que las propietarias del puesto, replicaron: «¡No me toques los churros, que te mato, hija de puta! ¡No toques ahí que te voy a matar!» tras lo cual, siempre según esta versión, empuñaron una barra de hierro, con la que causaron lesiones a la afectada, que además, resultó golpeada también en el abdomen. Solicita una pena de tres años para cada una de las dos acusadas, más una indemnización de 3.481 euros. La defensa sostiene que una de las procesadas estaba en la parte posterior de la furgoneta y no supo nada, y que la otra, no cometió agresión alguna, por lo que exige la libre absolución.