La alcaldía niega que se realicen vertidos en Robledo de Torío

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villaquilambre «niega la existencia de vertidos incontrolados en la ribera del Torío», tal y como ha denunciado Civiqus. Desde la Alcaldía se informa que las actividades que están desarrollando en la zona corresponden «a unos trabajos de mejora a través del relleno con zahorra de una parcela propiedad de la junta vecinal donde antes, bajo el mandato de gobiernos anteriores, sí se habían detectado escombros y otros vertidos ilegales». Durante estas actuaciones, según el equipo de gobierno de Villaquilambre, formado por los concejales leonesistas, populares y socialistas, se ha definido un camino de tierra. Los trabajos que se han llevado a cabo en Robledo de Torío, según han sido realizados por la propia junta vecinal y tienen autorización municipal. Después de que el pedáneo pidiera permiso «para el adecentamiento y limpieza de la parcela número 319 del polígono once propiedad de la junta vecinal de Robledo de Torío», textualmente, según figura en un escrito oficial presentado en el Ayuntamiento de Villaquilambre. Desde el Ayuntamiento se informa de que la autorización se le otorgó «vista la ordenanza vigésimo quinta del Ayuntamiento, donde se establece que los propietarios de los solares son los responsables de su limpieza y vallado». Un técnico del Ayuntamiento se desplazó ayer hasta la zona en la que Civiqus denunció el pasado fin de semana la existencia de vertidos incontrolados y en el informe que presentó en el Consistorio tras la visita indicó que «en el lugar de la denuncia no existen montones de escombros y por el contrario sí se observa el terraplenado y rasanteado recientemente de la margen derecha del río, como material similar a zahorras naturales». Después de su visita a la zona, el técnico también destaca la existencia del camino vecinal, que ha sido rellenado con el mismo material, similar a la zahora natural. Civiqus alegó «una actuación agresiva para el medio ambiente que no cuenta con las preceptivas autorizaciones ni con la aprobación de los aprovechamientos privados que se están realizando en esos terrenos públicos», con el beneplácito de pedanía y Ayuntamiento.