«Se veía venir»
Los inquilinos del bloque de ocho viviendas del número seis de la calle Dante aseguran que la persona que ayer quemó su casa es reincidente, está enfermo y les lleva molestando desde hace meses
Indignación y miedo, dos palabras definitorias del sentimiento de los vecinos del número seis de la calle Dante. Desde hace varios meses intuían que algo como lo de ayer iba a ocurrir. «Esta persona no está bien, consume drogas, vive entre basura, nos molesta continuamente y, aunque hemos puesto varias denuncias, nadie nos hizo caso», lamenta uno de los inquilinos, mientras recoge del portal los cristales rotos de la puerta. «No tiene llaves de casa y nosotros no le queremos abrir. El domingo durmió en la calle, pero el lunes consiguió entrar. Ayer, como no podía, le pidió un martillo al del taller de aquí al lado y rompió el cristal, golpeó las puertas mientras subía las escaleras y al final prendió fuego a su casa, donde tiene bombonas de butano. Sólo queremos que tenga una muerte digna, porque está muy enfermo, y que nos deje tranquilos», asegura esta persona.