0 En el nombre del padre

Hoy es el día D. La hora H será la que cada ciudadano decida, entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde, para acudir a su colegio electoral y depositar su voto, un voto que servirá, además de para decidir quién quiere que le gobierne los próximos cuatro años, para simbolizar la fuerza de la democracia, que está muy por encima de unos criminales. Vota, porque te hace más libre. Vota, porque mucha gente murió para lograr lo que hoy se hace con normalidad. Vota, porque votar es la única forma que los ciudadanos tienen de decir qué quieren y cómo lo quieren. Vota, porque de no hacerlo estás dando la razón a los que no quieren que esto funcione. Vota, porque la abstención sólo ayuda a los que no creen en el Estado de Derecho. Pero, sobre todo, vota en el nombre del padre de Sandra Carrasco. Su entereza, su fuerza para decir ante todos lo que otros callan, demuestra que esta sociedad no está tan corrompida como algunos quieren hacer ver; que este país no se rompe, pese a que muchos lo intenten con las armas y otros con la palabra. Sandra, la hija de Isaías Carrasco, lo dijo ayer: «Mi padre murió por defender la libertad, la democracia y las ideas socialistas. Era un hombre valiente que ha dado la cara y los que lo han matado son unos cobardes (...). Yo, mi madre, todos iremos a votar. Los que quieran solidarizarse con nuestro dolor, que acudan masivamente a votar el domingo». Sandra terminó su alocución afirmando estar orgullosa de su padre. Gracias, Sandra, por tu lección y tu fuerza; tu padre sí que estará orgulloso.