Quiñones: «No hay delincuentes con condena firme en las calles de León»

El juez decano de León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, criticó ayer la alarma social creada con los datos ofrecidos por el Consejo General del Poder Judicial en torno al número de sentencias pendientes de ejecutar en todo el país (cifrado en torno a las 270.000) y negó que esta circunstancia suponga un problema de seguridad para los ciudadanos. «No hay delincuentes con sentencias firmes que paseen libremente por las calles de León. Efectivamente hay un número importante de sentencias sin cumplir, pero al ciudadano no se le ha informado de que existe un proceso legal que lleva su tramitación, como es el caso de los recursos y demás y evidentemente, hasta que no se han cubierto todos los trámites, la sentencia no se puede archivar y no se considera ejecutada». A criterio de Suárez-Quiñones, casos como el de Mari Luz, la niña de Huelva que murió a manos de un pederasta no encarcelado por un error en un juzgado «son mínimos, pero se magnifican de una forma tremenda y dejan en la sociedad la sensación de que la justicia funciona peor de lo que realmente es. Tenemos un volumen de trabajo enorme y el porcentaje de fallos que se producen es realmente mínimo, de verdad». El portavoz del Consejo General del Poder Judicial, el también leonés Enrique López, manifestó ayer que la práctica totalidad de las 270.000 sentencias pendientes «se están ejecutando. Lo que pasa es que algunas están siendo ejecutadas en tiempos normales y otras en tiempos anormales en función de la carga de trabajo del Juzgado», señaló. Según López, el retraso es especialmente acusado en los Juzgados especializados en la ejecución de sentencias, motivo por el que el Consejo ya adoptó medidas de refuerzo para estos órganos en Madrid y en Barcelona. «Una sentencia exige un trámite y hasta que no se completa, no se puede considerar pendiente» JUAN C. SUÁREZ-QUIÑONES Decano de los jueces de León