Sólo el 32% de la línea del AVE entre Valladolid y Asturias está en obras

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La traza que dibuja el camino por el que circulará el AVE entre Asturias y Madrid deja ya a varios de sus tramos en servicio, como son el comprendido entre la capital de España y Valladolid, abierto el 23 de diciembre del 2007, y el que discurre íntegro desde Pucela hasta Cabezón de Pisuerga.

El resto presenta un avance desigual en según qué provincia y sólo la variante de Pajares, compuesta por dos túneles de 25 kilómetros cada uno, los octavos más largos del mundo, está a punto de finalizarse, a la espera de terminar el calado del último tubo. Aún así, el impulso dado por el Ministerio de Fomento en la recta final del 2009 deja ya al 32,3 por ciento de la línea, enclavada en el corredor noroeste de alta velocidad, en fase de obras, mientras que el resto duerme en licitaciones y estudios informativos, a la espera de que la premura de los plazos los despierte.

Arrastran demoras

Así están los 25 kilómetros del tendido que separan a León de La Robla, los más retrasados de todo el recorrido, junto a los casi 60 kilómetros que unen Pola de Lena con Gijón. El Gobierno ha encargado a una consultora que defina el itinerario de estos sectores, algo que no estará listo al menos hasta el próximo mes, lo que retrasará además la construcción de las estaciones del AVE a su paso por el Principado.

Hasta el entronque con los túneles de Pajares, en su vertiente sur, aparecen otros 9,4 kilómetros de línea, donde existen seis túneles, ejecutados por métodos convencionales, tres viaductos, el Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes -”Paet-” y el enlace con la línea férrea León-Gijón. Las adjudicatarias han entregado ya cinco de los seis túneles, localizados por los municipios de Cuadros, La Robla y Pola de Gordón.

Tras rebasar esta parte de la infraestructura, la vía introduce sus traviesas bajo la Cordillera Cantábrica, en lo que se conoce como la parte central de la variante de Pajares, una de las obras de ingeniería más complejas de las realizadas en España a lo largo de los últimos años. Este lote encara ya la parte final del proyecto, con el 96 por ciento de los trabajos ejecutados. De las cinco tuneladoras que en pleno auge de la obra horadaban tierra al macizo, sólo una opera hoy en la variante, la del lado este, a la espera de recorrer los apenas dos kilómetros que le restan para acabar la excavación de los cincuenta kilómetros de tubos. Está previsto que en la próxima primavera esté finalizado todo el tramo, después de cuatro años de intensa actividad.

El Ministerio de Fomento ya ha impulsado los trámites administrativos para que cuánto antes pueda iniciarse la colocación de la vía, su electrificación, así como el resto de elementos que garanticen la seguridad de la circulación y permitan a los trenes alcanzar velocidades de 300 kilómetros a la hora.

Una vez la vía remonta desde el emboquille norte, encara otros 10,4 kilómetros hacia Pola de Lena, y atraviesa Sotiello y Campomanes, que están divididos en tres lotes, todos en marcha. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias utiliza en este sector una de las tuneladoras que concluyó su labor en la vertiente leonesa, con el objetivo de acelerar el avance del proyecto.

Hacia la meseta

Mientras tanto, el trazado ferroviario deja otro frente abierto según avanza la línea hacia la meseta. Entre Palencia y León hay 120,8 kilómetros de itinerario sobre los que asentar la nueva vía, de ancho internacional. En esta parte de la infraestructura ya han comenzado los trabajos de construcción en los subtramos Grijota-Becerril de Campos (13,5 kilómetros) y Río Cea-Bercianos del Real Camino (10,5 kilómetros), mientras que ya están adjudicadas las obras de los cinco kilómetros que separan a Onzonilla de la estación de León. El resto están en licitación o redacción de proyecto.

Finalmente, los últimos 23 kilómetros hasta Valladolid aún se encuentran en fase de licitación, excepto el que va desde Pucela hasta Cabezón de Pisuerga, ya en servicio.

Todos estos lotes tienen un plazo de ejecución en el entorno de los 24 meses, por lo que la línea no estará lista al menos hasta el 2012.