Diario de León

Entrevista | Domingo Fuertes | presidente del círculo empresarial leonés

«Me gustaría que los leoneses hablásemos menos e hiciésemos más»

Diez años. El Círculo Empresarial Leonés (CEL) está de aniversario, una década después de un nacimiento trompicado y con un futuro que entonces se adivinaba bastante incier

Domingo Fuertes, presidente del Círculo Empresarial Leonés, que ahora cumple diez años.

Domingo Fuertes, presidente del Círculo Empresarial Leonés, que ahora cumple diez años.

León

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El presidente del CEL lamenta que la sociedad leonesa no aproveche la oportunidad de tener un presidente del Gobierno de la tierra para crear un lobby efectivo. «Estamos perdiendo el tiempo».

-Una década de actividad, ¿cómo van a celebrarlo?

-Trabajando día a día, peleando social y empresarialmente. Hace diez años nadie daba un duro por nosotros, pero aquí estamos, en crecimiento constante. En octubre, en nuestra semana sociocultural, habrá un personaje sorpresa; pero lo que estamos haciendo es una labor callada. Por ejemplo en la formación de Cecyl, la confederación de asociaciones empresariales de la comunidad que se está formando poco a poco. Son diez años que están dando frutos.

-¿En qué se diferencia su forma de entender el asociacionismo empresarial de lo que ya existía?

-Los otros son una organización piramidal que parte de la CEOE, nosotros una transversal. Además la diferencia de concepto es brutal. Mientras los otros piden que no haya subidas salariales por la evolución del IPC, nosotros abogamos por mantenerlas en la línea de los últimos años. Si no se han socializado las ganancias, no sería justo hacerlo con las pérdidas. Es un ejemplo. Tampoco queremos actuar como una asesoría o para negociar convenios, creemos más en la eficacia de acercar nuevos mercados o fomentar intercambio de negocios.

-El CEL se ha caracterizado también por su presencia social y cultural.

-Es de vital importancia para nosotros, queremos ahondar en la relación con la sociedad. Son más de 200 las personalidades que han pasado por nuestros actos.

-¿Cómo fueron los inicios del CEL, pensaban que llegarían hasta aquí?

-Fue algo traumático, todos pertenecíamos a la Fele y en las elecciones a esta organización y a la Cámara de Comercio se produjeron una serie de traiciones y actuaciones que nos impidieron intentar el cambio desde dentro. Así que lo hicimos desde fuera.

-¿Hay sitio para dos patronales en León?

-Sí, pero hay como una obsesión que nos persigue para que nos unamos. Si puede haber dos sindicatos, por ejemplo, también dos patronales. El tiempo nos ha dado la razón, y además tenemos muchos socios en común.

-En estos años ha habido acercamiento, incluso una lista común a la Cámara.

-"El tiempo va calmando los ánimos, y también han cambiado los dirigentes. La relación debe ser lo más cordial posible, incluso aspiramos a tener un presidente de la Cámara que sea del CEL.

Lo que no se ha conseguido es, por ejemplo, que la Junta reconozca su representatividad.

-Es algo que no llego a entender. Alguien que tiene la representatividad del 62% de la masa laboral de la provincia debe tener su peso en las mesas de diálogo, el que le corresponde, ni más ni menos. Con el tiempo ganaremos esta batalla.

-¿Qué objetivos se marca para los próximos diez años?

-El más importante es ser los mejores. No queremos ser los más grandes, pero sí estar en el día a día de la sociedad leonesa, que la gente vaya entendiendo la filosofía de esta asociación y que confíen en nosotros. Todo el mundo es bienvenido, pero en cuanto a la cantidad nuestros objetivos están cumplidos.

-¿Cuáles son los retos del empresariado leonés a corto y medio plazo?

-A corto, desde luego, mantenerse. Las infraestructuras industriales de la provincia son escasas y malas, hemos llegado tarde a casi todo, empresarialmente también. Por eso es fundamental apostar por la formación, por la educación. De los jóvenes, pero también de los empresarios, que sepan la importancia de la I+D+i, que se apueste por sectores emergentes como las nuevas energías, sobre todo las renovables. O que sepamos aprovechar la puerta que se nos abre con el Inteco, apoyando al que se ha dado en llamar León Valley. Es el empresario el que debe arriesgar y tirar del carro, no esperar a las subvenciones.

-¿Y los empresarios leoneses están convencidos de esto?

-El criterio empresarial era uno hasta ahora, y debe cambiar. Hay que sumarse al progreso, ya está bien de perder el tren.

-Sin embargo iniciativas como la última plataforma por el desarrollo en la provincia se ha quedado en nada.

-Estoy muy decepcionado. En el origen se pretendía trabajar en la sombra, aportar ideas y conseguir dinero. Pero al final llegaron los protagonismos y no se ha avanzado. Hemos perdido una oportunidad histórica.

-¿Está la provincia de León condenada a ser cola de ratón siempre y a lamentarse porque no le llegan las cosas que reclama?

-Creo que sí. El leonés es un revolucionario de barra de bar que enseguida lanza soflamas pero cuando llega el de las botas le pasa la mano por el lomo. La reivindiación se hace de puertas adentro, pero debemos luchar, evitar por ejemplo que nuestros jóvenes tengan que irse fuera. Muchos de los dirigentes de este país son leoneses, pero no pueden volver aunque quieran. Me gustaría que la gente hablase menos e hiciera más, pero también quiero lanzar un mensaje de optimismo. Otros han conseguido desde la unión una fuerza de la que deberíamos aprender.

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