El documento para la unidad de acción asienta el proceso de fusión

El programa del acto que UPA y Coag anuncian para hoy en la sede del CES en Valladolid parece modesto al lado de lo que esconde. Bajo el anuncio del «protocolo de unidad de acción» hay intenciones sustanciales que encontrarían más sentido en términos como «integración» o «fusión». Ambas organizaciones ya han dado muestras inequívocas de que su camino no va a ir hacia otro lado: representantes de uno de los sindicatos se sientan en puestos de responsabilidad en organismos de representación agraria con el apoyo de las siglas hermanas. Y viceversa. Hay una declaración de intenciones plasmada sobre un papel que van a ratificar los representantes de las dos organizaciones en las nueve provincias de la comunidad. Hay una base para unificar el trabajo, la acción sindical, la defensa del campo, los criterios y la postura de las dos organizaciones frente a asuntos de interés general para la supervivencia del campo. En la mayoría de esas materias es más lo que los une que lo que les separa. Las ayudas vinculadas a la producción que se demandan de la Unión Europea; la prioridad de acceso a las políticas de discriminación a los agricultores profesionales o las posturas unitarias frente a la administración autonómica.