«La preceptoría de Villademor hizo de éste un pueblo culto»
El investigador Ramón Gutiérrez presenta hoy su exhaustivo estudio sobre esta localidad «de rico patrimonio religioso»
De la Montaña Oriental baja el Esla labrando una amplia vega y así también bajó el investigador Ramón Gutiérrez, quien, a pesar de su nacencia en Quintanilla de Almanza, ha publicado varios libros sobre Prioro y su entorno, valles montañeses a los que se siente muy unido. Hace un año y medio, y debido a su buen hacer con aquella comarca, el ayuntamiento de la localidad riberana de Villademor de la Vega le encargó un libro sobre el pueblo que hoy a las 18.00 se presenta en la Casa de Cultura con motivo de la Fiesta del Señor.
«Una de las cosas que más me sorprendieron mientras investigaba sobre esta población fue la amplia documentación que encontré sobre ella, no sólo en el Archivo Histórico de León, en el Diocesano, el de Simancas o la Biblioteca Nacional, sino también en el propio archivo municipal y en el parroquial, donde existen varios documentos inéditos muy interesantes», explica Gutiérrez, quien hace hincapié en la existencia de instituciones culturales en la localidad «desde fechas tempranas». Así, en antiguos documentos concejiles se ven las rúbricas «siempre, de varios firmantes que no corresponden a las letras de paisanos incultos».
Y es que la preceptoría o escuela de gramática que hubo en esta localidad fue sin duda causa de su alta alfabetización. «También vemos cómo existió, en tiempos del catastro de Ensenada, una fundación llamada Cabildo de la Trinidad, que llegó a tener 35 miembros con sacerdotes y capellanes -”explica Gutiérrez-” y la Vicaría de San Millán, dependiente de la Diócesis de Oviedo; recordemos que unos 200 pueblos de León y norte de Zamora pertenecían a esa diócesis». Vicaría o delegación que se encargaba, por ejemplo, de todo lo relacionado con el matrimonio («hay noticia hasta de divorcios», señala el autor), con sus notarios, escribanos y cárceleres.
«También tuvo cárcel, llamada de la Corona por la coronilla pelada de los clérigos», comenta Gutiérrez, quien añade la «enorme importancia que tuvo el vino en un pueblo que desarrolló un fuerte proteccionismo económico: no se podía vender vino de fuera hasta que no se consumiera el del pueblo, bajo fortísimas multas». Por último, este investigador repasa la fortaleza del concejo de Villademor, que siempre luchó por su independencia judicial, y agradece el generoso mecenazgo de Amador Chamorro y Purificación Gómez, «gracias a quienes el libro ha podido ser publicado con tanta calidad».