CAÍN
Al Cainejo nadie le olvida
Una marcha conmemora el centenario del fallecimiento del mítico montañero.
Santiago Morán (segundo por la derecha) con uno de los grupos de la marcha.
La delegación provincial de montañismo puso en marcha ayer la X marcha provincial por Picos de Europa para conmemorar el centenario del fallecimiento de Gregorio Pérez Demaría «El Cainejo». Esta marcha se inició en Posada de Valdeón con dirección a Caín. Cada grupo elige su propio recorrido. Por la tarde a partir de las 21.30 horas se realizó una proyección sobre Picos de Europa a cargo de Isidoro Rodríguez Cubillas, para finalizar con la degustación de una queimada.
El día ha sido propicio para la celebración de esta marcha en recuerdo al primer hombre que es escaló el Naranjo de Bulnes o Pico Urriellu, es decir «el Picu». Recordando las palabras de Pedro Pidal, Marqués de Villaviciosa, «sin decir nada más, nos atamos fuertemente la cuerda a la cintura, cada uno por un extremo y empezamos la subida; El Cainejo tomó la delantera, lo más difícil y yo le seguí de cerca, poniendo los pies y las manos donde él había puesto los suyos y así fuimos trepando», palabras que escribió Pidal sobre aquella primera ascensión de la que se conservan numerosos relatos. Muchos amantes de la montaña que se acercan a la vida de la montaña de El Cainejo, admira en mayor medida lo que supuso, tanto por su planificación como por lo diferente en planteamiento con las escaladas de nuestra época. Entre las curiosidades que se cuentan de El Cainejo está que «subía en madreñas donde nadie subía de ninguna manera» también dijo de él Pedro Pidal.
En este recuerdo que se le hace esta fin de semana también se señala que su audacia y su arrojo se transmitieron a sus sucesores ya que dos de sus nietas tienen ya su nombre escrito en la historia del Naranjo de Bulnes, María Pérez, que con 18 años fue la primera mujer en subir el Picu o Naranjo de Bulnes, el 31 de Julio de 1935, o Teófila Gao, que también lo consiguió en 1936 pero contando con sólo 15 años de edad.
En este fecha del centenario de su fallecimiento se recordó que de todos es conocido el dicho de que los de Caín no mueren, sino que se despeñan. Ese dicho desgraciadamente también se cumplió en el fallecimiento de Gregorio Pérez, ya que al parecer se despeñó al ir a ver sus cabras y ser embestido por un castrón un 9 de julio de 1913.
Para hoy domingo está prevista la celebración de una misa en recuerdo de «El Cainejo» con la actuación del coro Ars Cantus. Al finalizar, habrá una ofrenda en el cementerio de Caín aunque se desconozca el lugar donde descansas sus restos. Una placa en el puente del río que atraviesa el pueblo recuerda a este montañero que abrió y marcó una época de la montaña leonesa y española. En el acto estuvo Santiago Morán escritor y montañero que conoce la mayor parte de los Picos.