Babia y Luna acumula más de veinte años de espera para ser parque natural
La Junta aún no ha aprobado el decreto anunciado como inminente hace diez meses.
Los vecinos de la zona leonesa de Babia y Luna no pierden la esperanza de que la Junta de Castilla y León cumpla con su compromiso de declarar este espacio protegido parque natural durante la presente legislatura Así lo espera la alcaldesa de Cabrillanes, y presidenta de la Rerseva de la Biosfera Babia y Luna, Lina Freire, que denuncia la tardanza de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que dirige el leonés Antonio Silván, para formalizar el decreto en las Cortes. «Este trámite nos permitiría entrar en la red de parques de la comunidad y beneficiarnos de unas ayudas que nos permitan un desarrollo sostenible encaminado a su revitalización económica», explica la regidora socialista.
La Junta de Castilla y León anunció a finales del año pasado la inmediata aprobación en las Cortes del decreto y la inminente publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales por el que se regirá el parque, trámites que aún no se han realizado y sobre los que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente no se dar respuesta alguna.
Lina Freire espera que la finalización de las obras de la futura casa del parque, el llamado Palacio de Quiñones, en Riolago, cuya entrega está prevista para finales de año, sirva para que desde la administración se dé impulso a un proyecto que lleva más de veinte años de retraso.
El espacio natural aglutina 57.000 hectáreas de los municipios de San Emiliano y Sena de Luna, y una parte de Cabrillanes y Los Barrios de Luna. Una parte de su extensión coincide territorialmente con el Espacio Protegido Red Natural 2000 Valle de San Emiliano, designado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Este espacio incluye también una pequeña zona perteneciente al LIC Montaña Central de León.
Por otro lado, el ámbito de este Plan coincide parcialmente con el ámbito territorial de las Reservas de la Biosfera de Babia y de los Valles de Omaña y Luna, y designadas dentro del Programa MaB de la Unesco en reconocimiento de su valor como modelo de gestión integrada, participativa y sostenible del patrimonio y de los recursos naturales.
El proceso para declarara Babia y Luna como parque natural se remonta a abril de 1992, cuando se el inicio del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales como instrumento de planificación y requisito previo para la declaración de este territorio como espacio natural protegido.