León pierde cien ganaderos y agricultores en el último año

La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores de Castilla y León (UATAE Castilla y León) señaló ayer que León ha sido la provincia de la Comunidad autónoma que más empleo ha perdido, 96 trabajadores, en agricultura y ganadería en el último año.

La pérdida de casi un centenar de agricultores y ganadores supone una caída del 1,25% entre junio de 2013 y el mismo mes del presente año, siendo la cifra más baja de Castilla y León tanto en porcentaje como en valores absolutos.

Sin embargo, León es una de las cinco provincias de la Comunidad que ha creado empleos en el sector durante el último mes, con cuatro, junto a Segovia (22), Ávila (19), Soria (18) y Valladolid (8), siendo Salamanca la provincia más afectada por el desempleo en el sector durante el último mes, con trece profesionales menos. La provincia cuenta con la cifras más altas en cuanto a empleados en agricultura y ganadería con 7.575 profesionales, seguida por Salamanca (5.589), Burgos, (5.430), Zamora (5.413) y Valladolid (5.025), indican los datos que facilitó UATAE.

Desde el punto de vista del empleo por cuenta propia, UATAE destacó que el sector agrario ha ganado 416 profesionales en lo que va de año en Castilla y León, hasta alcanzar una cifra de 42.325, cuando en diciembre de 2013 era de 41.909. Esto supone un crecimiento del 1%, casi el doble que el del conjunto de España, que se sitúa en el 0,53%, 1.413 profesionales más hasta los 267.090. Castilla y León se sitúa como la segunda región que más crece en este apartado, sólo superada por Andalucía que lo hace en 1,4%, con 624 agricultores y ganaderos hasta junio de 2014

Para el secretario general de UATAE en Castilla y León, José Ignacio Falces Yoldi, «el sector primario ha vivido en las últimas décadas una importante crisis silenciosa, con la desaparición de un considerable número de explotaciones en algunos casos por jubilación, sin que se haya producido un adecuado relevo generacional. Sin embargo, en este año los datos no engañan y se está produciendo una interesante recuperación del número de profesionales que se dedican a esta actividad, que se ha convertido en un «pequeño sector refugio ante la crisis económica general».

Para Falces, «el sector agrícola y ganadero necesita medidas reales que aprovechen estas buenas cifras, siendo especialmente importante controlar las subidas desproporcionadas en determinados factores de producción básicos en el campo, como gasóleo, abonos, piensos y electricidad. Por otra parte están también los abusivos márgenes comerciales existentes entre los precios en origen y en destino, consecuencia en muchos casos de un mercado cautivo por las cadenas de distribución.