Payuelos cuadruplicará la producción agrícola si logra desarrollar el regadío
Los regantes se reunirán en septiembre con el ministerio para abordar el proyecto.
La Comunidad de Regantes de Los Payuelos quiere que los 24 municipios que la forman el se produzca un cambio definitivo en el paisaje agrario que conlleve, además, un aumento de la producción de los cultivos, convencida de que su territorio es la única salida económica al multiplicarse por cuatro su producción. Las reuniones de trabajo con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), según informó la entidad, comenzarán en septiembre y en éstas se decidirá el desarrollo de los ramales secundarios, cuyos proyectos ya ha redactado la Administración general del Estado, afirman los regantes.
En la zona piensan que ha llegado su momento: la posibilidad de acceder a las ayudas europeas y el dinero, un 24% de la inversión, con el que ofrece participar en la financiación de las obras al Magrama y a la Junta de Castilla y León, cuando en la transformación de regadíos no se exige la participación privada. La inversión se cifra en 230 millones de euros, cuando ya se han metido cerca de 500 millones.
En Payuelos riegan con la más moderna tecnología 6.600 de las 39.100 que la forman y aprovecha la red hidráulica instalada y el agua del Cea para regar en precario 10.000 hectáreas, el 35% de su superficie, sin posibilidad de ampliar más la superficie regable, donde los rendimientos cantan: sólo en el cereal se multiplicarán por cuatro, pasando de 1.500 a 2.000 kilos por hectárea de media a cada dos años a 6.000 kilos anuales y logrando de 12.000 a 15.000 kilos por hectárea de maíz.
La vuelta al campo
Agua y abono se mezclan para aplicarlos con pívots y aspersores, ahorrando costes y convirtiendo un suelo pobre para la agricultura en un terreno que ya ha permitido conseguido llevar a un nutrido grupo de jóvenes al sector, sostiene la comunidad de regantes, aunque no se ha cunatificado el fenómeno. Según el gerente de Los Payuelos, David Urquizu, muchos de estos nuevos agricultores recogen el testigos de sus padres, «con unas explotaciones dotadas de buena maquinaria». Además, señala que el regreso al campo «no sólo llega del sector de la construcción», por lo que desvincula este retorno de la crisis económica. Pero esta tendencia sólo se observa donde es posible regar —modernizado o en precario—, porque en la zona de secano «prosigue el estancamiento productivo, el envejecimiento y la pérdida de población». Una vez modernizados todos los sectores «se estima el valor de la producción agrícola básica en 110 millones de euros, lo que significa cuadriplicar la actual», tomando como base el maíz a los que se sumarán beneficios inducidos en la ganadería, la industria agroalimentaria y los servicios. Así, el proyecto de transformación del regadío trasciende el ámbito comarcal, al hacer de la zona un motor para la agricultura en la provincia. Además, las obras de los ramales secundarios aportarán una inyección al sector de las obras públicas en León.
Veteranos y nuevos profesionales del campo trabajan además con fincas de mayor tamaño, «que dejan pequeñas las del Páramo, que se consideraban grandes, pues hay muchas de 100 y 200 hectáreas, lo que, además, permite que la inversión en maquinaria sea mucho más rentable».
Una obra incompleta
La principal baza de los regantes de Payuelos a la hora de solicitar a las administraciones el desarrollo de las redes secundarias son los casi 500 millones de euros que se han invertido hasta ahora en infraestructuras hidráulicas. Ejecutar los canales alto y bajo para ver pasar el agua y sólo modernizar la Zona Esla es «un despilfarro» de los recursos. Por otra parte, el nuevo reglamento del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) «prevé expresamente el apoyo a la transformación y modernización de regadíos siempre que se cumplan determinadas premisas que Payuelos reúne sobradamente», explica el presidente de los regantes, Jorge Álvarez Gago en un escrito al Magrama. Además, los regantes ofrecen aportar «el 24% de la inversión a medida que se van ejecutando las obras». La comunidad de regantes plantea que un convenio con el Magrama y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) regule su entrada en la financiación de unas obras de transformación en las que la normativa europea no les obliga a participar. La idea se ve con buenos ojos en el Itacyl, apunta Álvarez, y «beneficia a la Administración General del Estado porque aligera su aportación, facilita la percepción de fondos europeos y permite ejecutar las obras pendientes en el plazo previsto de cinco años».