El incendio de Villameca se reactiva y pone en jaque a los pueblos cercanos

Horas de angustia. La reactivación del incendio del pinar de Villameca a primera hora de la tarde de ayer —comenzó el lunes y el martes ya se había dado por rematado— volvió a poner en jaque a las localidades de Palaciosmil y Quintana del Castillo, aproximándose peligrosamente a dos naves ganaderas y agrícolas y a las viviendas y llevándose, también, por delante varias hectáreas de cereal. Tanta virulencia registraron las llamas que la Junta decretó el nivel 2 de alerta, se movilizó a la UME y el Ministerio de Medio Ambiente envió sus medios para controlar el fuego, que ayer por la noche seguía activo.

«Hay llamas de hasta cinco metros» explicó el alcalde de Quintana, Emilio Cabezas, que ayer aplaudió la coordinación y la disposición para controlar el siniestro. «Las llamas están amenazando la sierra y el viento dificulta la extinción», avanzó. «Esto está muy complicado, es un incendio muy serio», apuntó, insistiendo en la magnitud del perímetro del fuego, cuya voracidad hizo por momentos temer por las localidades cercanas. «Parece que las llamas se dirigen ahora hacia el norte», subrayó el regidor sobre las ocho de la tarde, reconociendo la impotencia y la angustia que se está viviendo.

En la zona trabajaban 151 personas, entre los medios del Ministerio y de la Junta. Concretamente, un técnico de guardia, cuatro agentes medioambientales, otras tantas cuadrillas de tierra, un helicóptero y un avión de coordinación, cuatro helicópteros con seis cuadrillas helitransportadas, la Brif de Tineo con un helicóptero y una cuadrilla helitransportada, un helicóptero bombardero de Ibias, tres bulldozer, dos autobombas, dos aviones anfibios con base en Matacán y otros dos con base en Torrejón, un avión de carga en tierra con base en Rosinos y una unidad móvil de meteorología y transmisiones. También se constituyó el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) dirigido por el delegado territorial, Guillermo García, y del que forman parte representantes de la Delegación de la Junta y de la Subdelegación, según fuentes de la institución autonómica.

«Pinta muy feo»

Antes de que el incendio se reactivará, el presidente de la Mancomunidad de La Cepeda, Juan Evangelista Fernández, estimaba en unas 500 hectáreas la superficie abrasada el lunes. Además, adelantó que han remitido un escrito al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, solicitando una reunión para tratar de reponer cuanto antes el camión de la mancomunidad que el lunes quedó calcinado y dos operarios resultaron heridos en las primeras labores de extinción, después de que una racha de viento cambiara de dirección y les cercara. Uno de los trabajadores ya fue dado de alta el martes, mientras que el segundo que fue derivado a la Unidad de Quemados del Hospital Río Hotega de Valladolid recibió ayer el alta médica, según confirmó Fernández, que también corroboró la magnitud de las llamas tras activarse de nuevo. «Pinta muy feo», explicó.

San Martín, apagado

Por otro lado, ayer se dio por extinguido el incendio que comenzó el martes y amenazó a San Martín de la Falamosa.

Asimismo, tanto el CSI-F como la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales en Castilla y León reivindicaron la continuidad laboral del personal de extinción para garantizar su continuidad y experiencia.