Treinta pueblos suman sus cotos al primer parque micológico de León

JOSÉ Mª CAMPOS | ALMANZA

Una treintena de juntas vecinales de los municipios de Prioro, Valderrueda, Cebanico y Almanza han constituido el parque micológico Río Cea, la primera iniciativa conjunta de la provincia para la regulación del aprovechamiento de setas. Todos los pueblos que se han sumado al proyecto han aprobado —o están en vías de hacerlo— una ordenanza reguladora de sus cotos, con el fin de controlar la recolección de setas y fijar una tasa que deberán abonar los recolectores. León es la única provincia de la Comunidad, junto a Palencia, que no se ha sumado al programa de micología de Castilla y León, Micocyl, y esta iniciativa viene a cubrir en parte la falta de regulación que existe en la provincia. Para el alcalde de Almanza, Javier Santiago Vélez, uno de los impulsores del proyecto, «era necesario poner en marcha un parque que permitiese la regulación de la recogida de setas» en una zona especialmente rica en producción micológica. El proyecto no está ni mucho menos cerrado. De hecho, a lo largo de esta semana se podrían sumar a la iniciativa algunas juntas vecinales una vez lo aprueben en concejo.

Además, a principios de cada año otros pueblos con terrenos aledaños a este parque micológico también podrán adherirse al proyecto, con la intención de que vaya creciendo con el tiempo.

En los dos primeros años la gestión de este parque correrá a cargo de la empresa Cesefor y con los fondos recaudados en este periodo se financiará la colocación de carteles y la señalización, así como la creación de un soporte de la plataforma en Internet.

«A final de año, el dinero sobrante de los carnés de recolectores se invertirá en llevar a cabo mejoras en el parque», señaló Santiago, quien espera que con el tiempo los cotos cuentes con un par que guardas para vigilar el acceso a los montes. «Mientras tanto al ser un terreno ya delimitado y continuo va a ser muy fácil tanto para la Guardia Civil como para el cuerpo especial del Seprona controlar a los que vienen a llevarse las setas sin autorización».

Normativa

La normativa local establece la necesidad de contar con una autorización para la recogida de setas, así como las circunstancias en las que se realizará y las tasas que deberán abonar los titulares de las autorizaciones y las cantidades que podrán recogerse.

Las tasas se establecen con carácter anual, dando prioridad a los vecinos y personas vinculadas al pueblo. Así, los empadronados abonarán una tasa de 10 euros por autorización, mientras que las personas vinculadas a la localidad —todos los propietarios de viviendas que no estén empadronados en el pueblo y sus familiares hasta el segundo grado— pagarán 30 euros. El resto de interesados deberá abonar una tasa de 150 euros anuales, una categoría de la que se emitirán un máximo de cien tarjetas cada año que hará referencia a una zona de recolección determinada previamente por los miembros del parque .

En cuanto a las cantidades permitidas, se establecen como máximo 4 kilos diarios de níscalos, 10 de boletus, 2 de setas de San Jorge, amanitas y de cardo y 3 kilos del resto de las especies de setas y hongos.

Las autorizaciones serán personales e intransferibles y deberá portarse un documento que identifique a su titular. Además, sólo podrán acceder al coto Río Cea los vehículos autorizados para la recolección, que también estarán identificados por una tarjeta.