El futuro energético de la provincia está en la biomasa, según Quiñones

maría carnero | león

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, fue el encargado ayer de inaugurar la jornada técnica sobre Redes de Calefacción Urbana ‘District Heating ’, organizada por la Junta de Castilla y León y el Diario de León en el Club de Prensa. Disipar todas las dudas que pueda general el futuro proyecto para construir la central de producción de energía térmica urbana con biomasa Norte de León en Villaquilambre, y posicionarse a favor de las energías limpias fueron los objetivos marcados por los organizadores de esta jornada que contó con la presencia de los mejores expertos en el sector y con ejemplos reales de otros proyectos desarrollados en España y también en Europa.

Responsables del Ayuntamiento de León, alcaldes como el de Villablino, y representantes de las Juntas Vecinales como la de Navatejera acudieron a este foro en el que se trataron todos los aspectos relevantes de estos nuevos sistemas de calefacción con biomasa.

Suárez-Quiñones recordó que a partir de 2020 hay una serie de objetivos medioambientales que hay que cumplir, según el acuerdo de París de 2015, para alcanzar el compromiso global de reducir el calentamiento global y el cambio climático.

Al margen de esta obligación, el consejero destacó todos los beneficios ambientales y socioeconómicos que suponen para la población las energía renovables. De hecho aseveró que «el futuro energético de León pasa por la biomasa», en referencia al proyecto Norte de León, que desembarca en una «ciudad moderna y con un indiscutible atractivo ambiental».

Sobre los beneficios de este proyecto, que se encuentra en fase de tramitación administrativa, «permitirá ceder a la dependencia de los combustibles fósiles, como el carbón o el gasóleo, supondrá un ahorro en la factura tanto para las familias como para los edificios públicos y nos ayudará a reducir la huella de carbono por la reducción de las emisiones», destacó.

El titular de Medio Ambiente recordó el potencial de Castilla y León, con un territorio donde 4,8 millones de hectáreas son forestales, más de un millón de ellas en la provincia de León, lo que arrojan unas reservas de biomasas de 22 millones de toneladas, de las que sólo se aprovechan 700.000, y «eso que somos la comunidad española que más rendimiento sacamos a nuestro sector forestal», explicó. La implantación de la energía basada en la biomasa supondrá además una mejor gestión de los montes, lo que para el consejero, «dará lugar a nuevas actividades económicas muy importantes para el área rural, con la generación de empleos, y con una reducción de la masa forestal lo que además ayudará a la lucha contra los incendios forestales».

Apoyo del Banco Europeo

La Junta de Castilla y León cuenta con el apoyo del Banco Europeo de Inversiones para desarrollar una serie de proyectos de eficiencias energética para el cambio de sistemas de calefacción de combustibles fósiles a biomasa. Gracias a este impulso , y con el apoyo de la empresa pública Somacyl, se han llevado a cabo en Castilla y León 25 actuaciones, desde 2013.

La mayor red de calor público de la comunidad se encuentra actualmente en Laguna del Duero, Valladolid, con una potencia instalada de 12.165 KW para abastecer a 31 edificios que suman 1.488 viviendas.

En el caso de la provincia el consejero despejó todas las dudas que se puedan general sobre el proyecto Norte de León, y mostró su interés porque llegue a la ciudadanía una «información real» de los beneficios de esta instalación. Suárez-Quiñones reiteró que el proyecto que cumple con todos los requisitos ambientales y que supone la eliminación de 350 salidas de calor de gasóleo y carbón por una que emitirá aire limpio. Esta central abastecerá de energía térmica al Hospital de León, Universidad de León, Junta de Castilla y León, entre otros edificios públicos, lo que supone evitar 34.000 toneladas de emisiones a la atmósfera, además de la creación de cerca de 40 puestos de trabajo.

El consejero avanzó que Villablino, Bembibre y Fabero serán las próximas localidades de la provincia de León en las que se proyecten este tipo de instalaciones en red.

Después de las ponencias, tuvo lugar un animado debate en el que los asistentes preguntaron a los expertos sobre la similitud entre una central de producción de energía y biomasa y una incineradora, duda que mantienen los detractores del proyecto. «Es como comparar peras con manzanas», respondió Juan María Sánchez Cuellar, de la empresa Veolina, que aseguró que una incineradora es un lugar donde se queman todo tipo de residuos y cuya finalidad, y ubicación no tienen nada que ver con proyectos como el que se pretende instalar en Villaquilambre.

Suárez-Quiñones aseguró que Castilla y León «se está posicionando a nivel nacional en el cambio de sistemas energéticos para la generación de calor ya que crece el número de instalaciones así como de potencia instalada».