POLÉMICA POR UNA SENTENCIA
Burón se persona en el proceso abierto por el TSJ contra la caza
l municipio tiene paralizados sus presupuestos ya que sus ingresos dependen de esta actividad
La actividad cinegética supone la mayor fuente de ingresos para las juntas vecinales del municipio de Burón. JESÚS F. SALVADORES
Burón, en la montaña oriental leonesa, es el primer municipio de la comunidad en actuar contra la suspensión de la caza en Castilla y León no solo con palabras sino con hechos. En la sesión plenaria celebrada el pasado 7 de marzo en el Ayuntamiento de esta localidad se acordó su personación en los dos procedimientos judiciales iniciados por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León, a instancias del partido animalista Pacma, primero contra el decreto que regula la conservación de especies cinegéticas, su aprovechamiento sostenible y su conservación, y segundo, contra la orden anual de caza, lo que ha supuesto la suspensión cautelar de la caza en todo el territorio autonómico.
«Los jueces no pueden jugar así con los intereses de los pueblos», asegura el alcalde de Burón, Porfirio Díez, que afirma que la mayor parte de los ingresos de las siete juntas vecinales de su municipio provienen de la caza. «Para muchas de ellas representa el 80% de su economía y para algunas hasta el 100%», explica el regidor popular que estima que la caza supone hasta 50.000 euros de ingresos directos al año, a los que hay que sumar una cantidad posiblemente mayor de ingresos indirectos que la actividad cinegética deja en la zona.
«No tiene sentido que para proteger determinadas especies se suspenda toda la caza sin tener en cuenta todo el problema que esto genera en una zona de montaña como esta», explica el alcalde, refiriéndose a la superpoblación de determinadas especies, daños en los ecosistemas y en la agricultura, impacto económico para los cazadores y en el empleo en general. También temen la siniestralidad viaria que supone la irrupción de animales en la calzada y los perjuicios para la hacienda pública, además de la innegable repercusión económica negativa para el sector privado afectando gravemente al turismo.
La suspensión cautelar de la caza ha supuesto además un problema a mayores para este municipio, de algo más de 300 habitantes, para la aprobación de sus presupuestos.
«Dada la importante aportación de recursos económicos que la caza supone para las entidades locales que integran el Ayuntamiento de Burón, puede llegarse a la situación de un bloqueo de nuestra hacienda municipal ante la imposibilidad de confeccionar los presupuestos ante la incertidumbre de percepción o no de importantes ingresos procedentes de la actividad cinegética, con la consiguiente paralización de la actividad», explica Porfirio Díaz.
De igual manera afirma que la suspensión de la caza afecta a unas de las pocas actividades que durante el periodo invernal permite disfrutar a los vecinos de Burón, quebrándose con ello costumbres y tradiciones centenarias.