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EL PROBLEMA DEL AGUA

La sequía castiga al mundo rural y cinco pueblos reciben agua en camiones

El aumento de población durante el periodo vacacional, junto con la sequía que golpea a la provincia este año, ha hecho que cinco pueblos leoneses solicitaran a la Diputación suministro ante la reducción de la cantidad de agua de consumo.

El embalse de Barrios de Luna, ayer. Tienen sólo 134 hectómetros cúbicos de agua. JESÚS F. SALVADORES

Publicado por
ANA B. VÁZQUUEZ | LEÓN
León

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Brazuelo, Santa Catalina de Somoza, Brugos de Fenar, Villalmán y Boñar recibieron un total de 350.000 litros que permitieron abastecer a los visitantes y habitantes de los municipios. La tasa de población, que puede llegar a triplicarse durante estos tres meses vacacionales, supera las infraestructuras de dotación de agua existente.  

El municipio más afectado por estos factores ha sido Brazuelo. Los camiones cisterna han acudido cuatro veces —los días 30 y 31 de julio y 12 y 13 de agosto— a la zona maragata proporcionando un total de 130.000 litros de agua, según indican datos proporcionados por la Diputación de León. El número de cubas nodrizas que se desplazaron desde primera hora durante esos días oscilaba entre tres y cinco. El alcalde del municipio, Manuel Fernández Pereira, aseguró que hace seis años que no sufrían este problema. «El invierno ha sido especialmente seco y la capacidad de las fuentes más reducida. Si a ello le añadimos el incremento del número de visitantes durante estos días, especialmente en fiestas, vemos como los depósitos no dan a basto», detalla. Como solución a esta problemática, los sondeos —técnica empleada para la captación de agua potable— y las aguas profundas son consideradas las mejores opciones por el pedáneo para evitar la solicitud de la cuba nodriza.  

La falta de reservas hídricas también ha causado estragos en Santa Catalina de Somoza. El municipio figura como el segundo más afectado por la sequía con un suministro de 100.000 litros de agua. En el momento del abastecimiento —durante los días 6 y 7 de agosto— los dos depósitos disponían solamente de un metro de agua. «El manantial que tenemos en el municipio nos proporciona muy poca agua. La situación se agrava cuando llegan familiares y turistas para disfrutar del verano. Aunque a veces entra del río, esa no nos sirve para consumo», indicó el pedáneo, Vicente García.  

A mediados de verano —13 y 16 de julio— los camiones cisterna también recibieron la llamada desde el municipio de Brugos de Frenar. Un total de 70.000 litros fueron proporcionados por las reservas públicas asegurando la disposición de un recurso básico como es el agua sin tener que recurrir a fuentes externas.  

La localidad de Boñar demandó también ayuda ‘extra’ el 12 de agosto como consecuencia de una avería. El incremento del consumo durante la época estival provocó que el nivel de los depósitos —con una capacidad de 10.000 cubas— bajara y arrancase las bombas de agua. Después de cinco viajes con una duración de media hora, el camión cisterna que se dirigó al municipio a primera hora de la mañana proporcionó 10.000 litros. «El problema no es tanto de escasez como de un elevado consumo. A pesar de que aquí no ha ocurrido en otras ocasiones, lo mejor para evitarlo es hacer lectura de contadores y aplicar al consumo excesivo una cuota», considera el alcalde de Boñar, Pepe Villa Saez.  

La institución provincial ha abastecido también con 20.000 litros a la localidad de Villamán, que, por aumento de población y la sequía, como el resto de los municipios, necesitó la ayuda el 8 de agosto.

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