León rechaza el plan de la Junta de suprimir los médicos de los consultorios rurales

El modelo de ordenación sanitaria que propone la Junta de Castilla y León para el medio rural, que centraliza por territorios la atención médica en un consultorio y mantiene el personal de enfermería en los demás establecimientos sanitarios rurales, no convence en León. La Diputación y los ayuntamientos de las cabeceras de comarca coincidieron ayer en señalar que el modelo propuesto suprime la atención médica de muchas localidades, en un momento en el que se reclaman servicios para la llamada España Vaciada.  

El director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero Moreno, explicaba a la Agencia Ical el plan de choque de la Administración autonómica, por el cual la atención médica pasa a prestarse en un consultorio rural de agrupación, abierto cinco días a la semana, ubicado estratégicamente y cuya accesibilidad se reforzará cuando sea necesario con transporte a la demanda. En el resto de los consultorios locales se potenciará la presencia de profesionales de enfermería y se mantendrán las visitas domiciliarias del médico cuando los pacientes lo requieran.  

La Consejería de Sanidad dotará a estos consultorios rurales de agrupación de mayor equipamiento para ser más resolutivos y mejorar la atención. La previsión es que cuenten con electrocardiógrafos, espirómetros, ecógrafos, retinógrafos, dermatoscopios y servicios de telemedicina, incluso se baraja la posibilidad de reforzar las plantillas, señalaba ayer Ical. La cifra de consultorios rurales de agrupación dependerá de cada provincia, en función de criterios poblacionales y geográficos.  

Entre otros argumentos, el responsable de la planificación sanitaria autonómica expone que en la actualidad muchos pacientes requieren más de atención de cuidados de enfermería que de una visita médica, en especial en el caso de enfermos crónicos y pluripatológicos, y que no es de recibo tener a un médico viajando de un pueblo a otro, cuando en muchas ocasiones recibe a dos o tres pacientes en su consulta. La Junta decide que sea el enfermo el que viaje a otros pueblos para ir al médico

Ante el anuncio de la reestructuración de los consultorios, el presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán (PSOE), afirmó ayer que al Gobierno «PP-Ciudadanos sólo le preocupan los votos de las grandes ciudades, mientras que a nosotros, en el PSOE, nos preocupan las personas, independientemente de donde vivan». Ante las «soluciones dsicriminatorias», Morán considera que en este momento «cobra aún mayor relevancia» la apuesta de la institución provincial «por conectar internet a esos consultorios de los pueblos para que los médicos puedan tener toda la información de sus pacientes y otras ventajas que aportan las nuevas tecnologías».  

Tampoco desde las filas populares parece la medida más acertada: el alcalde de La Bañeza, Javier Carrera, abogó por «dotar al mundo rural de medios para que la gente no tenga que irse. Si no tienen calidad de vida, los vecinos se van, por lo que todo lo que sea recortar lo que ya tienen es un error». Añadió que la Administración «debe cubrir aquellos ámbitos a los que los medios privados no lleguan».  

Para el alcalde de Cistierna, el socialista Nicanor Sen, la reforma «intenta esconder la incapacidad» de la Junta para conseguir profesionales médicos «que atiendan con un mínimo de calidad y dignidad humana a las personas que vivimos en el mundo rural».  

«Me parece obsceno, después de las concentraciones del viernes reivindicando más servicios para el mundo rural. Esto va a acabar de vaciar todos los pueblos», señaló ayer el alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Pablo Regadera, sobre la medida. El regidor anunció movilizaciones para frenar una iniciativa que consideró «una puñalada mortal» a los pueblos. Su homónimo de Villablino, Mario Rivas, aseguró que «cualquier centralización vacía los pueblos».  

Bajo el punto de vista del alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, «reducir o suprimir servicios esenciales en los pueblos es incentivar la despoblación». De hecho, «esta propuesta a corto o largo plazo afectaría a Astorga, porque se nutre también de los pueblos de la comarca». El portavoz de la Plataforma Pro Sanidad Pública de Astorga y Comarca, Gaspar Cuervo, advirtió de que «el primer paso es recortar los servicios de los consultorios y el segundo, el cierre», por lo que exigió su mayor dotación de medios.  

La alcaldesa de Santa María del Páramo, la leonesista Alicia Gallego, abogó por una Administración que trabaje «por el bienestar de los ciudadanos» en vez de manejar cálculos de rentabilidad y ratios de población. «Si a los pueblos, donde la mayor parte de la población es mayor, les quitan el médico, ¿qué les queda? Nada».  

Una información de Agencia Ical, José María Campos, Alejandro Rodríguez, Armando Medina y Alberto Domingo