Diario de León

León afronta un verano sin fiestas entre la resignación y la impotencia

Muchos alcaldes preferirían ver la evolución de la pandemia antes de anular todos los actos

La de Castrotierra es una de las romerías más multitudinarias de la provincia. JESÚS F. SALVADORES

La de Castrotierra es una de las romerías más multitudinarias de la provincia. JESÚS F. SALVADORES

Publicado por
Armando Medina, M.C. Cachafeiro y J.M. Campos
León

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Aunque era algo que desde las distintas entidades locales se veía venir, los pueblos de la provincia de León tienen ya prácticamente asumido que este año no habrá fiestas. La recomendación consensuada por la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP) y por la Junta de Castilla y León, hecha pública el viernes, desaconseja llevar a cabo este tipo de celebraciones hasta el final de año, algo que, sin embargo, muchos alcaldes no se esperaban, ya que muchas fiestas se celebran en la segunda quincena de agosto, incluso septiembre, cuando se espera gozar ya de una plena normalidad en todo el territorio nacional. Lo cierto es que el miedo a los rebrotes había hecho que muchos Ayuntamientos se replantearan sus celebraciones, con actos menos multitudinarios pero manteniendo algunos actos festivos, sobre todo los religiosos o los culturales, pero ahora todo está en el aire.

En busca de ideas Algunos pueblos buscan la forma de hacer otro tipo de actos que encajen con la nueva normativaLos alcaldes del sur de la provincia se muestran comprensivos con la medida de la Junta de Castilla y León de suspender las fiestas locales y eventos que conlleven aglomeración de personas de aquí a final de año.

El alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Pablo Regadera, aseguró ayer que «en el momento en el que nos encontramos ahora, es una decisión, en primer lugar, prudente, y en segundo lugar, solidaria». Esto supone que, en principio, quedan suspendidos todos los eventos habituales del verano coyantino como ferias, mercado medieval… y las fiestas mayores de la Virgen del Castillo y el Cristo, que tienen lugar en la primera quincena de septiembre. Eso sí, el regidor aseguró que «ya estamos estudiando la realización de otro tipo de actividades que sí pudieran encajar» en ‘nueva normalidad’. «Ojalá no estuviéramos en esta situación, pero desafortunadamente es la que nos ha tocado vivir. Es mejor ser prudente y acabar con el virus para que el próximo año podamos vivir un verano absolutamente normal».

En busca de ideas
Algunos pueblos buscan la forma de hacer otro tipo de actos que encajen con la nueva normativa

Por su parte, la alcaldesa de Santa María del Páramo, Alicia Gallego, aseguró que «es normal» que se tomen estas medidas, aunque «deberían haberlas hecho públicas antes ya que hay municipios que tienen las fiestas en julio y no sabían a qué atenerse. No es nuestro caso. De hecho, nosotros ya habíamos anunciado que posiblemente tendríamos que suspender la feria multisectorial que es en septiembre, algo que ahora se confirma». Desde el Ayuntamiento de Santa María del Páramo «acatamos la decisión, como no podía ser de otro modo, entendiendo que son ellos los que tienen los datos sanitarios. No tenemos nada que decir». Gallego confirmó que este verano «el Ayuntamiento no va a organizar nada de lo previsto habitualmente, más allá de algún acto puntual muy controlado, si se da el caso».

Ayudas para las orquestas

Finalmente Gallego pidió a la Junta que no dejará de lado al sector más afectado, el de las orquestas, del que viven varias familias de Santa María del Páramo. «Deberían establecer algún tipo de ayudas para estas personas que no van a tener ningún ingreso en todo el año».

No se alejó apenas nada de estas opiniones el alcalde de Gordoncillo, Urbano Seco, quien manifestó que «yo estoy en la línea de mucha precaución», al tiempo que señaló que se percibe «mucho miedo, tanto entre los ciudadanos como en las decisiones políticas, y las Comunidades Autónomas se han hecho cargo de la situación, van ahora al volante del vehículo de la sociedad y tienen que asumir responsabilidades». De todos modos aseguró que en Gordoncillo se están estudiando la realización de actividades que si entren dentro de lo permitido como una cata en el marco de la feria del vino, o algún concierto, por ejemplo en el patio de la Fábrica de Harinas. «Siempre estamos hablando con gente sentada, manteniendo las distancias de seguridad, controlando los accesos y eliminando cualquier degustación o acto multitudinario. La seguridad deber ser lo primero, aunque eso no significa que no se pueda hacer nada».

Por último, e alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, duda de que sea correcto el prohibir las fiestas de aquí al final de año ya que entiende que esto se debería ir haciéndose en función de cómo se vaya desarrollando la situación epidemiológica. «Se deberá de poder tener en cuenta la posibilidad de poder celebrar festejos en los pueblos de toda la provincia. Nosotros a día de hoy sí las tenemos prohibidas», aseveró.

Si la situación mejora entiende que podría llevarse a cabo algún tipo de celebración cuando ya se establece cuáles son las condiciones que se tienen que cumplir para la celebración de determinados eventos culturales. «¿Qué diferencia puede haber entre una romería y un evento cultural en el que al aire libre pueden estar 800 personas?», según Sen.

Las próximas fiestas de Cistierna que se verán afectadas serán en julio la de San Cristóbal y la fiesta del barrio de La Chimena que están suspendidas.

Información realizada por: Armando Medina, Manuel C. Cacahfeiro y J.M. Campos

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