Los educadores de Cosamai piden la subida de categoría perdida en 1992

En una nota dirigida al grupo leonesista en la Diputación, y firmada por treinta profesionales, éstos piden el ascenso de categoría «por las funciones que realizamos, la preparación que ello requiere y la responsabilidad que conlleva», y apoyan tal petición en la existencia del título universitario de Diplomado en Educación Social, y en la creación paulatina de colegios profesionales en toda España, como el de Galicia en el que dicen haberse integrado a la espera de que el de Castilla y León «sea aprobado por las Cortes». Los educadores añaden que la Diputación los contemplaba en el grupo de diplomados «hasta que en el convenio colectivo de 1992» se les redujo de categoría «y a pesar de numerosos escritos dirigidos al presidente, al comité de empresa y a la mesa negociadora, en el convenio recientemente firmado vuelven a situarnos» en el grupo citado en último lugar. Los trabajadores, que se reunieron en marzo en Astorga con Ferrero y con el diputado de Bienestar Social, Agustín G. Millán, para pedirles su intercesión en este conflicto, indican que, además de su interés particular, buscan «el bien del ejercicio profesional» y el de «las personas con las que trabajamos». Esperar al informe Por su parte, Ferrero emplazó a conocer el informe jurídico, posiblemente en julio, «para saber la posibilidad de ascender sin una oposición», porque aseguró desconocer que la Diputación hubiera descendido de categoría a los educadores, como ellos defienden, e imaginó que «de ser así, recurrirían esta decisión y la perderían». Ferrero añadió que «cuando los trabajadores hicieron la oposición tenían unos cometidos, que quedarían fijados en el convenio. Ahora existe otro nuevo, y sinceramente en este momento no sé cómo queda recogido», señaló. Respecto al hecho de que los educadores culpen al comité de empresa de la situación, Ferrero no quiso opinar y señaló que «sus razones tendrán».