El policía que encañonó a su ex mujer cumplirá 6 meses en prisión

El juzgado de lo Penal número 1 de León acogió ayer por la mañana la vista oral contra el miembro del Cuerpo de Policia Nacional acusado de un delito de amenazas a su ex mujer y al compañero sentimental de ésta. La vista concluyó en conformidad entre las dos partes implicadas. El procesado, que responde a las iniciales A. G. S., fue finalmente sentenciado a cumplir seis meses de prisión e inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el mismo periodo. Además, el juez dictaminó que A. G. S. deberá mantener las medidas cautelares ya dictadas anteriormente y que establecen que el procesado no podrá residir ni acudir a Astorga, ni comunicarse o acercarse a su ex mujer en un radio inferior a 1000 metros, durante un periodo de cinco años. A. G. S deberá también hacer frente a una indemnización cercana a 1.350 euros (225.000 pesetas) en concepto de daños morales. Los hechos se remontan al 1 de agosto del año pasado, cuando A. G. S. se personó en la peluquería que regenta su ex mujer, A. M. C. S., al enterarse de que ella había pasado en fin de semana en compañía de otra persona. Al llegar al lugar, A. G. S. encontró a su ex mujer hablando con P. G. A., con quien mantenía una relación, y les increpó e insultó según las conclusiones provisionales del fiscal. La mujer pidió a su acompañante que la acompañase a al centro de salud más próximo, pues se encontraba muy nerviosa, pero su ex marido siguió a ambos durante todo el trayecto por la calle Alcalde Pineda. A. G. S. se cruzó su vehículo delante del Jeep Cherokee que P. G. A. conducía y le obligó a detenerse, sacando el arma reglamentaria del Cuerpo de Policía Nacional y amartillándola para disparar, lo que generó,en palabras del fiscal, una «situación de pánico». P. G. A. logró zafarse de quien le estaba encañonando y logró conducir su vehículo hasta la comisaría, aún perseguido por quien ayer fuera procesado, que apuntó de nuevo a su ex mujer cuando entraba en dependencias policiales. A. G. S fue finalmente reducido y le fue incautado otro revolver que sacó y que ocultaba en el calcetín.