El policía acusado de asesinar a su mujer: "La empujé para que no me quitara el móvil y el revólver se disparó"

La Sección Tercera de la Audiencia de León acoge desde esta mañana la primera jornada del juicio con jurado popular contra el policía nacional jubilado acusado de acabar con la vida de su mujer en Astorga y de intentar hacer lo mismo con un vecino, del que sospechaba que mantenía una relación sentimental con su esposa.

En su declaración ante el jurado popular, el policía ha señalado que sospechaba que su esposa tenía "algo más que amistad" con un compañero del coro parroquial. Y que fue a casa de su hija con la intención de abandonar el domicilio conyugal y pedir la separación, porque su mujer "era cada día más introvertida". 

Sin embargo, ha señalado el acusado, su mujer le aseguró que iba a cambiar, "iba a ser diferente, que pensara en la gente y volviera con ella. Me convenció para que volviera con ella". Aunque ha destacado que "siempre me estaba chinchando". 

El policía ha señalado que el día de los hechos su mujer se fue a otra habitación a las 11.30 porque le molestaban los ronquidos. Sin embargo, cuando él se levantó vio que ella se estaba mensajeando con alguien en el móvil. 

Según la declaración del acusado, él la quitó el teléfono para ver con quién se estaba comunicando, y se inició un forcejeo en el que ella intentaba recuperar su teléfono y él ver los mensajes. "Cogí el arma para que dejara de atacarme para quitarme el móvil. Cuando cogí el revólver tenía el móvil en la misma mano, y la empujé fuerte con las dos manos contra la cama. Ella se volvió a levantar para quitarme el teléfono, la empujé otra vez, se volvió a caer. Al empujar la segunda vez hice más fuerza, y fue cuando se disparó el revólver". 

El acusado ha relatado que después del incidente con su mujer se colocó la pistola en la garganta con la intención de matarse, pero pensó que el vecino, con quien sospechaba que su mujer tenía una relación, se quedaría "riéndose de él". Así que fue hasta su casa "con intención de asustarle". Después de "deambular" unos diez segundos por el hall de su casa, "cuando estaba cerca de él se tiró hacia mi, y yo disparé". Ha señalado que no apuntó "a la cabeza ni a ninguna parte"; sino que "el se tiró hacia mi y se disparó el arma cuando me tocó la mano". 

Ante el jurado ha explicado que "quería asustarlo a él también, si hubiera querido matarle, cuando abrió la puerta podría haberlo fulminado al instante". 

 

Conclusiones provisionales

El juicio ha comenzado con la lectura de las conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, de la defensa del vecino que recibió un disparo por parte del acusado y de la Asociación Clara Campoamor -personada en el juicio para defender los intereses de la mujer asesinada-, así como de la defensa del policía nacional jubilado.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de 25 años por el asesinato de su mujer y siete más por tentativa de asesinato hacia al vecino; por otro parte, el abogado del vecino pide 22 años y seis meses de prisión por el asesinato de la mujer y 12 más por tentativa de asesinato hacia su representado; mientras que, la asociación Clara Campoamor solicita 25 años de prisión hacia el acusado de matar a su mujer y la prohibición de acercarse a sus dos hijos. Por otro lado, la defensa del acusado solicita su libre absolución alegando que los hechos se produjeron de forma fortuita debido a una alteración psíquica.

Seguidamente, todas las partes defensoras en el juicio se dirigieron hacia el jurado popular para pedirles "sentido común" a la hora de analizar todas las pruebas del juicio. A continuación, ha sido mostrada al jurado popular la pistola con la que se cometieron los hechos y se ha hecho un receso en el juicio; que continuará con la declaración del acusado.

El juicio se desarrollará hasta el 22 de marzo en la Sección Tercera de la Audiencia de León, a cargo de un jurado popular que dictará veredicto, y que fue configurado el pasado viernes.

De acuerdo a las conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal sobre las 2,30 horas del día 24 de julio de 2018 el procesado, mayor de edad y sin antecedentes penales, policía nacional jubilado que se encontraba en su domicilio de Astorga y guiado por el propósito delictivo de acabar con su vida, disparó a su mujer con un revólver del que el acusado tenía guía de pertenencia y licencia de armas. El disparo se produjo en la región facial y produjo la muerte de la víctima en el acto.

Acto seguido y siempre según la versión del Ministerio Público, el sospechoso subió con la misma arma al segundo piso de su edificio, donde llamó a la puerta del vecino y le inquirió: «¿Desde cuándo te follas a mi mujer?» y efectuó un disparo que le hirió en el hombro. El fiscal entiende que el sospechoso tenía el propósito de matarle o asumía que el resultado que podía producirse con su acción era ese.

Pese a las heridas, el vecino se echó encima del agresor y forcejeó con él para evitar nuevos disparos: «Voy a matarte», le decía. Así se mantuvieron hasta la llegada de la Policía Nacional, que detuvo al sospechoso tras desarmarle.

El acusado, a su llegada a la Audiencia Provincial.  MARCIANO PÉREZ

El disparo que acabó con la vida de la víctima produjo un shock mixto neurogénico y vascular que se produjo tras un tiro propinado a una distancia de un metro aproximadamente, de acuerdo a los informes forenses. La víctima presentaba una herida en el dedo índice, antes de la región facial, lo que hace suponer que la mujer trató de defenderse y puso la mano por delante. También mostraba diferentes hematomas en cara, cuello, cadera y muslo izquierdo que sugieren golpes provocados directamente por el acusado, de acuerdo a las tesis que sostiene la acusación pública.

El vecino herido sufrió lesiones consistentes en herida por arma de fuego en el hombro derecho y estrés postraumático. Tardó en curar 218 días y le quedaron secuelas que limitan la movilidad en el hombro en más de 90 grados. Los gastos de atención médica se elevaron a 4.809 euros en una primera fase y 608 en la segunda.

Para el Ministerio Público, se trata de un delito de asesinato agravado por la circunstancia de parentesco, por el que propone 25 años de prisión, al que se suma un asesinato en grado de tentativa por el que sugiere siete años y seis meses de cárcel.

Además se fija una indemnización de 50.000 euros a cada uno de los dos hijos que tenía el matrimonio y otros 22.000 euros a su vecino, por las lesiones causadas y por las secuelas, amén de 5.418 euros por la asistencia médica prestada.

La sala de la Audiencia Provincial donde tiene lugar la vista oral. MARCIANO PÉREZ