«León llegará en 15 años a un vaciamiento inexorable en el ámbito rural»

El subdirector de Estadísticas Sociodemográficas del Instituto Nacional de Estadística (INE), Antonio Argüeso Jiménez, reflexionó ayer sobre la evolución de la población en España, que ha experimentado un crecimiento «desaforado» en los últimos años, que ha sido un 17%, ha sumado 6.7 millones de habitantes, un incremento muy fuerte, que se desarrolló sobre todo en la década del 2000, «todo un récord a nivel Europeo», matizó. El problema, asegura este experto, es que «ese crecimiento ha sido muy irregular, como ocurre en todos los lugares del mundo». En concreto, en España, hay una amplia zona, lo que no es costa ni Madrid, que ha perdido población. Se debe, como ocurre en todo los países, en la concentración que se da en las grandes ciudades por un éxodo desde los pueblos. Hay una densidad de población muy diferente en todo el territorio. Por ejemplo concretó que en Madrid no hay ningún municipio donde la población no crezca, la capital se mantiene y el cinturón de la ciudad crece «expectacularmente». Por ejemplo, en Ávila, Segovia, León ocurre todo lo contrario, asegura. En estas ciudades, por ejemplo en el caso de León, su área funcional no ha perdido población, pero en la provincia pierde por todos los sitios menos en pequeños polos de atracción, que son las cabezas de comarca.

Argüeso concretó que «cuando uno analiza la situación de las poblaciones hace años las capitales de provincia eran núcleos importantes, pero no mucho porque estaban rodeados de otros núcleos también importantes, como las cabeceras de comarca». Asegura que el 4% de la población se concentraba en la ciudad, de 15.000 habitantes, y el resto en su provincia, que tenía cerca de 400.000. «Ahora, la ciudad ha ido absorbiendo esa población», explica. Al analizar la situación desde el punto de vista demográfico, el problema no está en la inmigración. Durante los últimos 20 años, León ha recibido población extranjera y hay un saldo migratorio positivo, en cambio con la población española ese saldo es negativo, porque mucha gente se ha ido de León a otras partes de España. En 2020 esos dos saldos son positivos, y el saldo total es positivo en diez mil personas. El problema es la diferencia entre los nacimientos y las defunciones. La provincia es un territorio altamente envejecido, que ahora se recrudece por el covid, que han supuesto una pérdida de 55.000 personas en los últimos diez años. «El efecto poblacional en la provincia es por lo tanto es una pérdida de población por el envejecimiento poblacional de 45.000 personas en los últimos 20 año, explica este experto que apunta que este «fenómeno se repite en el resto de las zonas despobladas de España».

Por lo que se refiere a la pirámide de población de la provincia de León y se compara con la de España, se comprueba el alto grado de envejecimiento, «Hay más proporción de niños en España que en la provincia de León. En municipios concretos, los que están por debajo de los mil habitantes, «las pirámides se distorsionan, porque efectivamente hay pocos niños, pero encima el reemplazo no está garantizado, es inviable, porque no hay población en edad de tener hijos». Argüeso considera que «estas poblaciones no son sostenibles» están llamadas a desaparecer desde el punto de vista demográfico. Ahí las políticas para incentivar la natalidad no tendrán ningún impacto. «En el INE solo nos atrevernos a hacer previsiones para los próximos 15 años, momento en que la provincia de León llegará a un vaciamiento del ámbito rural de una manera inexorable». Concreta que en 2034 León la población bajaría a los 270.000 habitantes, dos tercios de la población que tiene ahora. En cambio tendencia española es creciente por la migración, a pesar de que morirá más gente de la que nace.

Información elaborada por: María Carnero, Pilar Infiesta y Maite Rabanillo