La Casa Panero renace para custodiar y difundir la historia cultural de Astorga

Diecinueve años de rehabilitaciones y trabajos concluyeron ayer con la inauguración oficial de la Casa Panero de Astorga, el recinto de 1.950 metros cuadrados que alberga la memoria y el legado de varios ilustres de la ciudad y que nace para ser uno de los ejes culturales de la capital maragata. El edificio principal alberga doce salas dedicadas a la familia de Leopoldo Panero, su esposa Felicidad Blanc, y sus hijos Juan Luis, Leopoldo María y Michi Panero, y a los autores de la ‘Escuela de Astorga’, que además de los Panero, estaba integrada por Ricardo Gullón y Luis Alonso Luengo. También figuran exposiciones sobre Gerardo Diego, César Vallejo, y los astorganos Evaristo García del Blanco y José María Luengo, entre otros

El alcalde, Juan José Alonso Perandones agradeció la implicación de instituciones como la Junta y la Diputación en sacar adelante un proyecto único para la ciudad, que guarda una parte muy significativa de la historia de Astorga que ahora se abre a todos los ciudadanos. Recordó el largo proceso de la compra de la finca, situada al lado de la Catedral, y las complicaciones de su restauración, acometida de forma integral bajo la batuta del arquitecto Juan Múgica, y que ha sumado una inversión de 1.204.898 euros, el 42% de ellos aportados por el propio ayuntamiento.

El alcalde, que inició el proyecto a finales de los años 90, también agradeció la implicación de sus predecesores, Victorina Alonso y Arsenio García, en un proyecto cuya musealización ha sido sufragada íntegramente por la Diputación.

El acto comenzó con una lectura de textos poemas de obras de miembros de la Escuela de Astorga realizada por Magín Revillo y Pilar Gallego, acompañados por la música de María José Cordero, que ha musicalizado varios poemas leopoldianos.

También intervino del presidente de la Asociación de Amigos de la Casa Panero, Javier Huerta, quien comparó la suerte de Astorga con la recuperación del enclave, frente a otras como la casa de Aleixandre en Madrid que no ha podido ser rescatada. Realizó un recorrido por las distintas salas que engloba el museo y el patrimonio y los fondos documentales que alberga el inmueble.

También participó en la inauguración Juan José Alonso Panero, uno de los propietarios originales de la casa, que ofreció una disertación sobre la familia y sobre los recuerdos de sus vivencias en la finca. También recordó a su hermana Charo, que no pudo estar presente ayer en la inauguración pero cuyo papel fue fundamental para que el Ayuntamiento adquiriera la casa.

Entre los asistentes estaba el presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, quien en su intervención destacó la relevancia que tiene esta nueva oferta cultural para Astorga, que jugará un importante papel en el futuro de la ciudad. Morán recordó la implicación de la Diputación en el proyecto, aportando varias subvenciones a través de la firma de convenios con el ayuntamiento maragato.

La musealización, en sus aspectos formales, ha sido realizada conforme a los criterios museísticos actuales y cuenta con importantes fondos documentales, muy relevantes para la literatura española, sobre todo epistolarios, adquiridos por el Ayuntamiento o bien legados por parte de algunas de las familias de los autores mencionados.

En esta casa tuvieron lugar acontecimientos históricos destacados en los tiempos de la II República y en la posguerra. Justino de Azcárate, nombrado ministro de Estado al estallar la Guerra, se refugió en esta casa y sería canjeado por el falangista Raimundo Fernández Cuesta.