Diario de León

El alcalde de Valderas teme una moción de censura del PSOE y el edil no adscrito

Guerra revela que el cabeza de lista socialista le ofreció un pacto «cobrando lo que quieras»

Imagen del pleno celebrado este martes en el Ayuntamiento de Valderas. DL

León

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El alcalde de Valderas, Pedro Guerra, teme una moción de censura entre el PSOE y el edil no adscrito, después de que este martes ya se unieran para quitarle el sueldo. «Tengo claro que es algo que puede pasar. Más de uno lo está buscando». De todos modos se siente con fuerza para seguir adelante y no se le pasa por la cabeza presentar la dimisión. «Al terminar el pleno del martes ya se lo dije a mis compañeros. Me preguntaron que ahora qué íbamos a hacer. Y les dije que seguir trabajando por Valderas. Tenemos un contrato con los vecinos por cuatro años y lo vamos a mantener mientras nos dejen».

Para entenderlo todo hay que remontarse a las elecciones municipales de mayo de 2023 que arrojaron un resultado de 4 concejales para el PSOE encabezado por el anterior regidor Agustín Lobato, 4 para el PP liderado por Pedro Guerra y 1 para Vox, José Antonio Salvador.

Según explica el propio Guerra, el mismo día de las elecciones, «el concejal de Vox ya se dirigió a mi para ofrecerme un pacto en el que yo sería el alcalde y él el teniente de alcalde. Y fue él quien me propuso que el alcalde de Valderas tenía que tener una dedicación». Pedro Guerra asegura que «en aquel momento nos puso todas las facilidades del mundo».

Pero poco a poco todo fue cambiando. «Desde el mes de agosto empezó a abstenerse en las votaciones y su actitud fue distinta. Nos sentíamos observados, intentaba controlarnos. Él era el concejal de Personal con una actitud absolutamente dictatorial hacia los trabajadores. Se inmiscuía en asuntos que no eran de su área. Trabajar juntos se convirtió en algo muy difícil. Él vive gran parte del tiempo en Vitoria y cada vez que venía por aquí había mucha tensión», comenta Guerra.

Así fueron pasando los meses hasta el 13 de octubre en el que tuvo lugar un pleno en el que se aprobó una dedicación absoluta para el alcalde de 29.000 euros brutos anuales. Un asunto que tuvo que salir adelante solo con los votos del PP ya que ni los concejales del PSOE ni el entonces concejal de Vox y miembro del equipo de Gobierno municipal asistieron al pleno.

La tensión, pues, en la corporación era cada vez más palpable y pública hasta que a finales del mes de diciembre el edil de Vox, José Antonio Salvador, anunciaba que abandonaba el equipo de Gobierno y se salía de Vox, pasando a ser no adscrito, manteniendo así su acta de concejal.

Desde ese momento el PP, con Pedro Guerra a la cabeza, se quedaba oficialmente en minoría, aunque en la práctica, el pacto ya venía roto desde hacía varios meses.

En esta situación se llegó al pleno celebrado este martes, 20 de febrero. Una sesión que fue solicitada por la oposición, contra lo habitual que es proponerlo por el alcalde. Fue un pleno extraordinario «con mucha tensión», afirma Guerra, en el que el PSOE y el edil no adscrito votaron a favor de anular el acuerdo del 13 octubre en el que se había aprobado una dedicación absoluta para el regidor de 29.000 euros brutos anuales repartidos en catorce pagas, una por cada mes y dos extraordinarias en los meses de junio y diciembre.

En el pleno, según señala el propio alcalde, «le dije a los concejales del PSOE si solo podían tener dedicación cuando gobernaban ellos. Porque hay que recordar que en la legislatura pasada, cuando ellos estaban el frente del Ayuntamiento, una de sus concejalas tenía una media dedicación de cuatro horas diarias con un sueldo de 21.000 euros al año que, en realidad, es mucho más de lo que cobraba yo que tenía dedicación absoluta».

Pero Pedro Guerra no se queda aquí y revela algunas de las circunstancias que se dieron los días posteriores a las elecciones y antes de conformarse en nuevo Ayuntamiento. «El cabeza de lista del PSOE, Agustín Lobato, una semana antes de constituirse el nuevo Ayuntamiento me ofreció un pacto siendo él alcalde y yo teniente de alcalde diciéndome que me pusiera el sueldo que quisiera porque el Ayuntamiento podía permitírselo. Yo no acepté porque no me parecía correcto». Pero, según Guerra, la situación fue aún más allá. «Apenas una hora antes del pleno, Agustín (Lobato) se puso en contacto con una de mis concejalas para ofrecerle un pacto similar siendo él alcalde y ella teniente de alcalde. Y tampoco aceptó».

Así, en los apenas nueve meses desde las elecciones de mayo de 2023 la gestión interna del Ayuntamiento de Valderas no ha sido nada fácil, pero Pedro Guerra no tiene intención de abandonar su puesto porque «es el compromiso que tengo con los vecinos. Seguiré trabajando por Valderas mientras me dejen», concluye.

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