Diario de León

La temperatura media en la montaña de León se incrementa un grado por década

Una herramienta del ministerio analiza los nuevos escenarios del cambio climático hasta final de siglo
Editorial | Urge compatibilizar economía y clima

La tendencia en las zonas de montaña es de inviernos más cortos y suaves y menos precipitaciones de nieve.

La tendencia en las zonas de montaña es de inviernos más cortos y suaves y menos precipitaciones de nieve.jesús f. salvadores

María Carnero
León

Creado:

Actualizado:

El cambio climático es ya mucho más que una evidencia, sobre todo en distintos puntos de la Cordillera Cantábrica, donde el aumento progresivo de la temperatura media hace que las temporadas invernales sean cada vez más cortas, con un descenso de las precipitaciones, especialmente de nieve, y una mayor evapotranspiración, que es la pérdida de humedad del suelo.

Según los datos obtenidos del visor AdapteCCa, herramienta creada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para analizar los distintos escenarios del cambio climático, en el caso, por ejemplo de Villablino, la temperatura media ha aumentado en los últimos 20 años 1,47 grados, pasado de los 11,67 obtenidos de media en 2005, a los 13,14 actuales. El visor muestra una previsión de las temperaturas para los próximos años que confirman la tendencia al alza de las temperaturas, que en este municipio llegarán a los 13,64 grados en 2045, y hasta los 17,51 a finales de siglo. En Puebla de Lillo, la temperatura media también ha crecido, pero menos, pasado de los 11,6 grados en 2005 a los 12,73 actuales, lo que supone 1,13 grados menos en estas dos décadas. Las previsiones, en esta zona, apuntan a que en 2045 se alcanzará una teperatura media de 13,17, y que se llegará a los 17,03 en el año 2100. La propia Diputación de León, en boca de su presidente, Gerardo Álvarez-Courel, no ocultó hace varias semanas, durante la celebración del 50 aniversario de la primera temporada de esquí de la estación invernal de San Isidro, precisamente en Puebla de Lillo, su preocupación por el cambio climático que están experimentado estas zonas, algo que se refleja en temporadas más cortas, y escasez de nieve, que hace la que la institución provincial anuncie una importante inversión en los próximos años en cañones de última generación para la fabricación de nieve artificial de calidad que permanezca toda la temporada.

García de Celis: «Nos enfrentamos a una situación muy preocupante»

Según Alipio García de Celis, profesor titular del departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid, las previsiones que apuntan a un imparable ascenso de las temperaturas, tanto de las máximas como de las mínimas, a lo largo de este siglo, implican a su vez un descenso de entre el 20 y el 35% de las precipitaciones. «El aumento de las temperaturas y el descenso de las precipitaciones hacen que se aumente la evapotranspiración, la cantidad de agua que se pierde de la superficie por evaporación y transpiración, lo que supone que habrá menos agua disponible, menos recursos hídricos, y menos pastos disponibles, lo que acarreará grandes problemas en algunos sectores como ganadería o la agricultura, que no podrá dar la demanda de agua que requieren todos los regadíos que se están poniendo en marcha», indica García de Celis, que opina que «lo que hay que hacer es guardar el agua y no aumentar más la superficie regable». Este nuevo escenario afecta a la actividad económica de las zonas de montaña, tanto a la ganadera extensiva, por la previsible menor productividad y menor calidad del pasto, los pastizales de diente como en los prados de siega, así como la actividad relacionada con los deportes de nieve. Lo mismo ocurrirá con la nieve que, según las previsiones, «se irá reduciendo a final de siglo entre un 60 y un 90%, y concentrándose solo a los dos meses centrales del invierno». Estos datos describen un panorama «terrible y muy preocupante», indica García de Celis, ya que a parte de los episodios sufridos con las danas y los temporales de lluvia tan abundantes como los que hay ahora, «podrían ocurrir eventos catastróficos que modifiquen el clima drásticamente».

Imagen difundida por la Fundación Oso Pardo del pasado mes de febrero.FOP

El cambio térmico afecta ya al letargo invernal de los osos

Hace pocas semanas, la Fundación Oso Pardo (FOP) alertaba de un cambio de tendencia en la especie como consecuencia del cambio climático. A pesar de que febrero y parte de marzo son los meses por excelencia de la hibernación de los osos, tras una cosecha histórica de bellotas y las suaves temperaturas de este invierno, se viene observando, que hay numerosos individuos activos en ambas vertientes de la cordillera Cantábrica, desde osas con crías de un año, hasta osos jóvenes e incluso algunos adultos. Es una evidencia más de cómo el calentamiento global está condicionando el letargo invernal de los osos.

tracking